Después de insistir por todos los medios llegó la respuesta. Enviamos e-mails, mensajes de texto y llamamos durante dos meses. Luego de todo eso, el viernes a las 11 de la mañana nos tocó anotar al bebé.
Fuimos para el Registro de calle Colón con el certificado de nacimiento, fotocopias de nuestros DNI y sin el bebé, como indicaba el correo que nos enviaron desde la Municipalidad.
Con todos los recaudos, Facu se quedó con la abuela en casa.
Al llegar, un grupo de gente esperaba en la puerta con la distancia social recomendada en estos tiempos.
Nos paramos al sol, con los barbijos puestos a esperar nuestro turno. “¡Viva los novios!”, se escuchó de repente y salió una parejita de recién casados.
A tono con la pandemia, saludaban de lejos a los amigos mientras el arroz rebotaba en sus cabezas y sus barbijos. Por supuesto que nos sumamos al aplauso.
Luego de media hora, el personal del Registro nos llamó por apellido y entramos.
La amabilidad de todos los que nos atendieron contrasta con las viejas instalaciones del lugar.
La estructura pide a gritos una inyección de inversión por parte de las autoridades, como muchas oficinas públicas de nuestra ciudad que se caen a pedazos.
Atraso
Aproveché el momento del trámite para preguntar por la situación general de los recién nacidos.
“Estamos muy atrasados, hay 1.800 bebés sin anotar todavía”, reconoció la empleada municipal.
Hay que tener paciencia porque hasta mediados de agosto no hay turnos disponibles.
La demora se debe principalmente a que los empleados están trabajando de forma limitada por la cuarentena y por los conflictos internos entre el gremio y el municipio.
No queda otra que insistir con el turnero de la página web de la Municipalidad o mandar un mail a nacimientos.muni.cba@gmail.com y esperar.
Después de firmar un par de papeles y corroborar los datos de nuestro bebé coronial, nos entregaron la partida de nacimiento con su futuro número de DNI.
Los 58 millones quedarán marcados por los ciudadanos de la cuarentena.
Pero la cosa no termina ahí, porque ahora hay que esperar a que la pandemia pase para sacar otro turno y hacer el bendito DNI con bebé, fotito y todo como corresponde.
De todas maneras, nos fuimos con el primer paso completado.
Los papás de cuarentena ya estamos acostumbrados a tener paciencia y adaptarnos, así que por ahora con la partida de nacimiento alcanza.
Lo importante es que en casa nos espera nuestro bebé. Que estamos sanos y juntos, creciendo todos los días un poco más.
El invierno amenaza con traer el pico del coronavirus, así que más que nunca quedarnos en casa es la prioridad.