Un padre ahogado cuando cruzaba a nado el río Bermejo para entrar a Formosa en busca de un encuentro con su beba postergado por siete meses. Una mujer arrestada al salir a pasear con su perro en un vecindario despoblado de Bariloche. Una hija que muere sin un último abrazo de su padre, devuelto en un retén en el ingreso a Córdoba. Un campesino tucumano asesinado por la policía por "violar la cuarentena" y su cuerpo arrojado en un paraje en medio de la nada en Catamarca. Una octogenaria perseguida por tomar sol en el parque porteño de Palermo.
En esencia, de esa materia está hecha la cuarentena argentina. Una masiva violación de derechos fundamentales. Y, habida cuenta del cuarto puesto del país en el ranking global de muertos en relación a su población, completamente ineficaz en el objetivo proclamado oficialmente.
Antes de la desgarradora escena de Diego llevando en brazos a Abigail, su hija de 12 años y paciente oncológica, en una frontera santiagueña, hubo muchísimos casos de abusos de este tipo. En muchos de ellos, las absurdas fronteras interiores fueron la clave. Distanciaron familias, impidieron curas y destruyeron emprendimientos productivos de a miles. Actos administrativos simultáneos de distintos niveles de gobierno, impulsados o convalidados por la Nación, que superpusieron crueldad y estupidez en dosis similares.
El dato alentador lo aportó esta semana la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Finalmente le ordenó a Formosa que permita el ingreso a la provincia de los por lo menos 8 mil varados. Uno de ellos era hasta hace un mes el joven mencionado en el inicio de esta nota como quien murió ahogado cruzando a nado un río. Mauro Ledesma, un cordobés de 23 años, que extrañaba tanto a su hijita de 2, radicada con su mamá en la localidad formoseña de El Colorado, y a quien no veía desde febrero, que se lanzó a cruzar nadando el caudaloso río que separa a Formosa del Chaco. Antes había estado por trabajo en otras provincias y se había cansado de esperar la autorización de la administración de Gildo Insfrán para ingresar a su territorio. Se ahogó en un sector que está a menos de 1 kilómetro de un puente que cruza el río.
Ahora, el máximo tribunal del país estableció en un fallo unánime que la prolongación de las restricciones en el ingreso a Formosa y las demoras en conceder las autorizaciones para ingresar a su territorio constituyen "limitaciones irrazonables a la autonomía personal".