Igual que en los comicios del 2017, en las elecciones presidenciales de abril la ultraderecha y el centro fueron los protagonistas excluyentes de la contienda. Pero es posible que en las elecciones parlamentarias de junio sea la izquierda la que suba al ring electoral como desafiante protagónico para enfrentar al centro.
En abril, las dos vueltas electorales repitieron los resultados de cinco años antes, pero con una diferencia en la cantidad de votos obtenidos por los principales contrincantes: Marine Le Pen perdió, aunque creciendo en su caudal votos, mientras que el presidente Emmanuel Macron ganó, pero con menos votos de los que había obtenido en el 2017.
El fenómeno político que podría ocurrir en el lapso que va de abril a junio, es que la izquierda reemplace a la ultraderecha como desafiante del centro que representa Macron. Aunque no es seguro que ocurra, resulta posible debido al gran logro de Jean Luc Melenchon: puso a la centroizquierda a la sombra de Francia Insumisa, el partido izquierdista que siempre despreció a los socialdemócratas y al que los socialdemócratas siempre despreciaron.
En las últimas dos elecciones, el Partido Socialista y los ecologistas se derrumbaron quedando al borde de la extinción. Lo mismo ocurrió con el Partido Comunista. Esos derrumbes fueron inversamente proporcionales al crecimiento de Francia Insumisa, cuyo líder les ofreció la posibilidad de no desaparecer del mapa electoral y salvar los escaños legislativos que aún tienen, integrándose a una coalición bajo su liderazgo.
+ MIRÁ MÁS: Una semana avivando el infierno del gasto público
El único antecedente histórico está en la alianza entre el PS de Francois Mitterrand con el PCF de George Marchais a principio de la década del ‘80. Los comunistas llegaron a tener cuatro ministros en el gobierno que encabezó Mitterrand, pero en 1984 las diferencias ideológicas entre el PS y el PCF empezaron a desintegrar el acuerdo electoral.
En la reciente elección presidencial Melenchon estuvo a sólo un punto de desplazar del segundo puesto a Le Pen y pasar al ballotage. Quizá pueda hacerlo en las parlamentarias de junio, habiendo absorbido a la desfalleciente centroizquierda.
De lograr el partido Francia Insumisa y su flamante coalición desplazar del segundo puesto al Reagrupamiento Nacional del lepenismo, entonces habrá una fuerte presión de la izquierda para que Jean Luc Melenchon se convierta en primer ministro.
Macron salvó al centro del arco político francés por segunda vez en la elección de abril. Pero el asedio de los polos contra el centro vuelve a la carga en junio. Y esta vez, desde la izquierda.
¿Qué conejo sacará de la galera el presidente para evitar el naufragio centrista?