La pelota en Argentina está bien guardada. El último partido en el país se jugó el 17 de marzo y, tres meses después, la posibilidad de que vuelva a rodar parece cada vez más lejana.
El presidente de AFA, Claudio Chiqui Tapia, anunció que los entrenamientos en el fútbol volverán recién cuando todo el país esté en la fase 4 de la cuarentena.
Esto vuelve a demostrar, al igual que en más de 200 años de historia, que todo el país depende de lo que suceda en un solo lugar: Buenos Aires. Solo cuando esa parte de la Argentina pueda controlar el virus, el interior podrá volver a entrenar.
Los argumentos de AFA son válidos y entendibles. Por un lado, descartaron la posibilidad de que los jugadores de Buenos Aires entrenen en el interior por el riesgo de llevar el virus a zonas blancas.
Por otro lado, reclamaron la igualdad entre los clubes de todo el país impidiendo que los equipos del interior saquen ventaja comenzando a entrenar de manera anticipada.
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Ahora bien, ante esta situación la pregunta es inevitable. ¿Qué pasaría si la situación fuera diferente? ¿Qué haría AFA si las zonas rojas por el coronavirus estuvieran en el interior? ¿Los equipos de Buenos Aires se quedarían sin entrenar en solidaridad con sus colegas del resto del país?
Adelantar una respuesta sería aventurado, pero todo futbolero del interior del país sabe muy bien qué sucedería. El centralismo con el que se manejó AFA a lo largo de la historia da muchas pistas al respecto.
Cada crisis implica una oportunidad para cambiar o mejorar algo. Este parate por la pandemia podría servir para hacer un fútbol verdaderamente igualitario y solidario entre los clubes del interior y los de Buenos Aires de todas las categorías.
Esperemos que no se trate solo de un federalismo por conveniencia y que los principios tan nobles proclamados por AFA se apliquen desde ahora y para siempre.
A partir de este momento AFA podría aprovechar para distribuir de una manera más solidaria y equitativa los derechos de televisación, el dinero a los clubes, la designación de cargos en el Comité Ejecutivo, y el formato de las categorías de ascenso.
Es difícil saber cuándo llegará el momento de volver a entrenar. Pero hoy, por la cantidad de contagios, Buenos Aires está más cerca de retroceder que de avanzar la esperada fase 4.
Mientras tanto, a los clubes del interior no les queda otra que sentarse y esperar. Quizás puedan aprovechar el tiempo para ilusionarse que AFA, a partir de ahora, los haga socios en las buenas y en las malas.