Este es un mensaje dirigido a todos aquellos que a lo largo de los años me han distinguido con sus elogios, sus sugerencias, sus pedidos y también para aquellos que me han criticado con altura, respeto y haciendo uso de su lógico y encomiable disenso.
A quienes me vituperaron y me insultaron, les señalo que lo único que lograron fue que me reafirmara en mis convicciones y que me sintiera aún más seguro de que estaba en la buena senda.
A quienes me vituperaron y me insultaron, les señalo que lo único que lograron fue que me reafirmara en mis convicciones y que me sintiera aún más seguro de que estaba en la buena senda.
Quiero decirles que voy a extrañarlos, aunque no del todo, porque no voy a alejarme del periodismo y en consecuencia, desde otro ámbito y otro canal, voy a estar en contacto con ustedes y abierto a sus opiniones.
Es importante aclararles que la mía es una decisión suficientemente meditada. No he recibido presiones de ningún tipo ni tampoco tiene que ver la pandemia, que lo único que hizo fue demorar unos días el anuncio de mi retiro.
Siempre he sostenido que todos tenemos un ciclo. He cumplido el mío en la plenitud de mis facultades físicas y profesionales y me alejo de Noticiero 12 con el orgullo y el convencimiento de que -aún sin proponérmelo- he dejado una enseñanza para todos los jóvenes que llegaron a Canal 12, crecieron profesionalmente en él y ahora tendrán la responsabilidad de tomar la posta.
Tuve la suerte de que al llegar al periodismo me encontré con grandes maestros que me señalaron de manera clara cuál era el camino correcto : estudiar, estudiar y estudiar. Leer todo lo que nos cayera en las manos. No importaba que el texto no coincidiera con nuestro pensamiento. Mejor aún: la mejor forma de no errar la ruta, es saber con certeza hacia dónde no queremos ir y de manera fundamental e irrenunciable, odiar la mediocridad y el conformismo.
+ VIDEO: La carta de despedida:
Nunca me atrajeron el vedetismo, la banalidad, el facilismo o el ansia de ganar mucho dinero. Sí el demostrar que podía lograr un prestigio que me hiciera respetable dentro de un mundo donde muchas veces se mueven mezquindades, egoísmos y corrupción.
No fueron pocas las oportunidades en que me tentaron con proposiciones que eran un soborno, a veces encubierto, en otros directo. También los ofrecimientos de tipo político.
Tampoco tuvieron éxito los aprietes para que mis críticas fueran mas suaves y me tornara en un complaciente más.
Tampoco tuvieron éxito los aprietes para que mis críticas fueran mas suaves y me tornara en un complaciente más.
Todo eso no fue gratis. Debí soportar despidos, persecuciones, delaciones y hasta cárcel. Pero-de nuevo- todo eso no hizo sino fortalecerme.
Quienes me conocen saben que siempre he procurado tener un perfil bajo, pero me he dado cuenta -ahora más que nunca en el momento de mi retiro- que he fracasado en ese intento. La televisión es un medio formidable y puede encumbrarte o hundirte en muy poco tiempo. Mi fortuna es que todos ustedes me permitieron que al mediodía entrara sin permiso en sus hogares aceptándome con mis virtudes, pero también con mis defectos, que son muchos.
Las muestras de apoyo y de cariño de los últimos días, realmente me halagan, pero me abruman.
Que afirmen que yo soy Canal 12 es demasiado.
Soy uno más en un incomparable equipo de profesionales que es el verdadero hacedor de esa aplanadora periodística que se llama Noticiero 12, un caso único en la televisión nacional, porque no hay registros de que un noticiero sea el primero en los rankings durante muchos años.
Soy consciente de que me voy en momentos muy delicados para el país, que pueden agravarse mucho más si prosperan los autócratas, los totalitarios y los que pretenden ir por todo, avasallando las instituciones, la justicia y en definitiva la democracia.
Pero desde el lugar que me toque el futuro, les aseguro que siempre voy a estar junto a los que contra viento y marea, creen que este país aún tiene futuro y que vale la pena seguir luchando por él.
Muchísimas gracias.