Por mucho menos a Guzmán lo incineraron. Por esbozar apenas una defensa del orden fiscal Cristina pidió su cabeza y lo hizo responsable de que el Frente de Todos perdiera la elección de medio término.
Sergio Massa dijo que se harán todas las correcciones necesarias para cumplir con la palabra empeñada. Ergo, este año el déficit fiscal primario será del 2,5%. Si a siete meses del 2022 ya está en el 2,1%, las correcciones no podrán ser menores.
Aunque no usó la palabra emisión monetaria, aseguró que el objetivo será no pedirle al Banco Central más adelantos transitorios del Tesoro y hasta dijo que el lunes se le reintegrarán 10 mil millones. Este año, el compromiso ante el FMI es no emitir más del 1% del PBI (en el 2021 fueron tres puntos) y ya estaba al límite. Lo que no se imprima, aclaró, habrá que buscarlo en el mercado de deuda local, al que se supone que tentarán con tasas altas.
La sorpresa vino por el lado tarifario: los 10 millones de hogares que pidieron conservar el subsidio lo tendrán, pero hasta un determinado monto de consumo. En energía, lo situó en 400 kilovatios al mes a precio subsidiado y libre por encima de esa cifra. La vara es alta, ya que en Córdoba el promedio del consumo residencial está en 188 kw al mes. Para el gas, sin presiones, también dijo que habrá un esquema similar.
Menos emisión, ajuste y subsidios tarifarios acotados eran, hasta la semana pasada, palabras prohibidas en el manual kirchnerista. Entonces acá pueden estar pasando dos cosas: una, realmente vieron el abismo. Se supieron débiles, con una inflación que se encamina al 100%, sin reservas y sin cartas en la manga. La foto de la debacle estuvo tan pero tan cerca que se asustaron.
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Otra cosa que puede pasar es que todo sea biri biri, que se digan las cosas bonitas que ellos presumen quieren escuchar los mercados como para pasar el mal trago y llegar más o menos enteros a la elección del 2022. Es la hipótesis dos: comprar tiempo en el marco del “plan aguantar”. No habló de corrección del tipo de cambio ni menos retenciones a los sectores agroindustriales, sino más bien de acuerdos de buena voluntad para liquidar antes lo que se iba a liquidar después. Quedaron muchas dudas sobre cómo hará el ajuste, pero es cierto que por mucho menos que esto, a Guzmán lo liquidaron.