¿Hasta dónde puede escalar el conflicto iniciado con el ataque de Hamas en territorio israelí?
El alcance puede ser una guerra total, que involucre a Irán y también a Estados Unidos. Es lo que estaría en los planes del régimen de los ayatolas chiítas, para obligar a los países árabes a romper todo vínculo con Israel, llegando incluso a entrar en guerra contra el Estado judío.
En la antesala de esta guerra, está una posible invasión israelí a Gaza, quedando atrapado en una guerra de baja intensidad con incontables víctimas civiles entre la población palestina.
¿Por qué Israel invadiría una franja territorial de la que se retiró en el 2005 por iniciativa del gobierno que presidía Ariel Sharon?
+ MIRÁ MÁS: Hamas amenaza con matar rehenes israelíes por bombardeos en Gaza
Porque esta vez no hay lugar para repetir la modalidad de guerra esporádica que han mantenido los israelíes y Hamas en las últimas décadas. Esas guerras esporádicas consistían en el lanzamiento de proyectiles Kassam, Katiusha y, en los últimos tiempos, algunos de mayor alcance y sofisticación, desde Gaza a Israel. Mientras su escudo antiaéreo atajaba buena parte de esos misiles en pleno vuelo, Israel empezaba a responder lanzando destructivos misiles sobre la Franja de Gaza, causando daños devastadores. Pero en un puñado de días las acciones se detenían.
En esta ocasión, los israelíes llegarán a la conclusión de que no puede haber sólo represalias, como en todas las ocasiones anteriores, sino una acción de carácter arrasador destinada a extirpar definitivamente del poder en Gaza a la organización fundamentalista Hamas.
La dimensión del daño que Hamas ha causado a Israel con la incursión terrestre y las masacres de civiles, conduce de manera inexorable a la conclusión de que los israelíes ya no pueden dejar que Hamas siga imperando en la Franja de Gaza. Tiene sacarlo de ese territorio, diezmando lo máximo posible a sus estructuras políticas y al Ezzedim al Kassem, su brazo militar. Pero a eso no lo puede lograr lanzándole misiles. Tiene que invadir Gaza también para liberar a los civiles que Hamas secuestró en su territorio y constituyen un gran poder en manos de esa organización ultra-islamista. Pero invadir la Franja de Gaza implica riesgos inmensos.
Hamás, asesorada por los estrategas de la Fuerza Quds, sector de la Guardia Revolucionaria iraní que también maneja al Hezbolá libanés y a los hutíes de Yemen, se habrá preparado para que Gaza se convierta en una nueva Faluya, la ciudad iraquí que se transformó en una trampa mortal para los marines norteamericanos que ingresaron en ella persiguiendo yihadistas en el 2004.
Con Gaza convertida en Faluya, la tensión crecerá en todo Oriente Medio. Desde el sur libanés, Hezbolá puede iniciar un ataque en gran escala sobre la Alta Galilea, obligando al Estado judío a incursionar en territorio del Líbano. Lo mismo puede hacer el régimen de Bashar al Asad, involucrando a Siria en el conflicto, lo que acrecentará la presión sobre Riad y sobre Abu Dabi para los principales estados de la Península se vean obligados a alejarse de Israel, sino a sumarse a la guerra de musulmanes contra judíos.
+ MIRÁ MÁS: Las inquietantes preguntas que plantea la guerra entre Israel y Gaza
Por cierto, Rusia aportaría a este conflicto, porque todo caos que pueda distraer la atención y el esfuerzo que la OTAN concentra en la guerra que se desarrolla en Ucrania, resulta funcional a los designios del jefe del Kremlin.
Incluso Xi Jinping podría verse tentado a azuzar ese incendio del Oriente Medio, porque cualquier foco de caos que involucre directa o indirectamente a Estados Unidos, servirá como pantalla para que China avance sin interferencias hacia la reconquista por la fuerza de Taiwán.
Las puertas de ese infierno se pueden haber abierto el “sábado negro”. No necesariamente la escalada llegará a esos niveles tan escalofriantes, pero ese es el objetivo de máxima de quienes diseñaron, propiciaron y financiaron el brutal ataque al que Israel responderá, ya no como represalia contra Hamas, sino como guerra para eliminar definitivamente al régimen que impera en Gaza desde que expulsó a la ANP, masacrando y arrojando desde edificios a los dirigentes de Fatah, el partido de Yasser Arafat y del actual presidente Mahmud Abbas.