Acuerdo de precios, congelamiento tarifario, créditos blandos... A esto ya lo vivimos. La sensación que deja el anuncio de esta mañana del Gobierno nacional es de Déjà vu. Es que, en efecto, las medidas detalladas hoy son muy parecidas a las que el kirchnerismo proponía (en vano) una y otra vez para resolver los problemas que sus políticas populistas generaban.
Increíblemente, o no tanto, a la luz de la larga decadencia económica argentina, los controles de precios o las distorsiones en los valores de los servicios públicos siguen siendo herramientas en las que confía una porción significativa de la opinión pública. Y, sobre todo, son las políticas que reclama el grueso de la dirigencia, integrada en su mayoría por personas que abrazan corrientes de pensamiento consideradas marginales desde hace décadas en las sociedades más prósperas.
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De hecho este combo de medidas que podríamos definir como "kirchnerismo light" fue pedido por los socios radicales de la coalición gobernante. Pero para los principales funcionarios, incluido el presidente Macri, está clarísimo que se trata de un artificio insustancial. A lo sumo, una maniobra para mostrarse activo frente al flagelo de la inflación y ganar tiempo hasta que se desactive el creciente malhumor social, que amenaza con posibilitar una restauración del populismo.
Si la actividad económica finalmente repunta en unos meses, como según algunos indicios ha comenzado a ocurrir ya, y el flagelo de la inflación se atenúa; si la esperada mejora se materializa, será obra de otros factores: la reversión del déficit comercial a partir de la brusca corrección del tipo de cambio del año pasado, la supercosecha, o medidas encaradas anteriormente por esta misma administración, que desde 2015 está revirtiendo -no sin contramarchas- el camino de la Argentina hacia al colapso total al estilo venezolano al que nos encaminábamos. Entre esas políticas aplicadas antes de esta dosis de "kirchnerismo light" se destaca el proceso de sinceramiento tarifario, puesto en pausa a partir de hoy.
Si el repunte finalmente llega, el mérito habrá que computárselo a esos factores y no al paquete presentado hoy que, en el mejor de los casos, aportará un temporario efecto placebo.