Es un clásico de cada comienzo de año. La polémica por el suplemento salarial de los empleados de Epec. La famosa BAE, sigla que representa la Bonificación Anual por Eficiencia.
Vamos a empezar esta nota por su final: está muy bien que los trabajadores reciban un adicional a sus sueldos, el tema es cuán eficiente es la prestación de la Empresa Provincial de Energía Eléctrica. De modo tal que si la BAE se llamase, BA por ahí estaría más ajustada con la realidad.
Repasemos. ¿Qué es la BAE? Fue incorporada al Convenio Colectivo de Trabajo de Luz y Fuerza en 1975. En Córdoba, el sindicato era comandado por Agustín Tosco, tal vez el dirigente gremial provincial más reconocido, y la Provincia estaba a cargo del interventor justicialista Raúl Lacabane.
En el artículo 78 se menciona que se incorpora para reconocer “el buen desempeño” del personal, pese a lo cual se destacan una serie de salvedades, de modo tal que se paga siempre. Haya o no haya buen desempeño. Por ejemplo, si un empleado llega en un año más de 10 veces tarde, sufre un recorte del dos por ciento en la BAE, siempre y cuando no la justifica.
Para calcular el adicional se toma en cuenta el salario de diciembre. Los empleados de hasta cinco años de antigüedad, cobran otro sueldo.
De cinco a diez años, el 130 por ciento de aquella remuneración de diciembre.
Con más de 10 años, el suplemento es del 160 por ciento.
Pero después, hay una serie de cálculos que van elevando los niveles de reconocimiento, que llegan hasta cobrar el equivalente a tres sueldos.
Para este año, se calcula que la BAE irán de los 100 a los 250 mil pesos.
La novedad es que la Epec está negociando con Luz y Fuerza el pago de la BAE en cuatro cuotas, ya que para la empresa estatal representa una erogación de 400 millones de pesos.
Es más que interesante y plausible que los trabajadores reciban este tipo de adicionales salariales. Generan dignidad, mejores condiciones de vida, mayor consumo.
Pero el problema con la BAE es, como dijimos al comienzo, de denominación.
De qué eficiencia está hablando una empresa que ajusta tarifas al ritmo de la inflación o por encima de ella, que recibe aportes del Estado y que interrumpe servicios cuando llueve, hay viento, hace frío, hace calor o cualquier otra cosa que no sea una plácida brisa otoñal.