A mediados de 2014, Paulo Dybala todavía era jugador del Palermo italiano y, de vacaciones por Córdoba, nos abrió las puertas de su casa de Laguna Larga.
Nos mostró orgulloso todos sus "trofeos de guerra": botines, camisetas intercambiadas, las pelotas de los dos partidos en los que convirtió tres goles jugando para Instituto (ante Desamparados de San Juan y Atlanta).

Pero hubo una mirada especial a una camiseta blanca y negra con el nombre de Pirlo en la espalda. Cuando la intercambió, la emoción fue tan grande que ni siquiera la lavó y así, con manchas de pasto y barro, la mandó para Argentina para que la pongan en un cuadro.
Tanto la miró y la soñó que la hizo propia. Hoy, Paulo Dybala brilla en el torneo italiano de futbol vistiendo la camiseta de la Juventus con la 21 en la espalda.

La parada no era para nada fácil para el cordobés, ya que llegó después del paso de Carlos Tevez, que hasta la mitad del año pasado, formó parte de ese club, ganando todo menos la Liga de Campeones.
Paulo, con 22 años, ya es uno de los jugadores más coreados por los “tifosis” de la Juventus , con 14 goles en 29 partidos distribuidos entre la Serie “A” y las copas nacionales e internacionales. El ex Instituto se ha ganado el corazón de todos, no sólo en Italia sino también en Europa.

De hecho ya es pretendido por otros grandes del futbol del viejo continente como el Barcelona. Con un guiño a favor de los rumores, él dijo que le gustaría jugar con Lionel Messi.
Aquí en Córdoba nos imaginamos a Messi y Dybala juntos en el Barcelona y también que la sociedad de estos dos siga creciendo con la camiseta de la Selección Argentina. Ya jugó tres partidos con la celeste y blanca y seguro muy pronto llegarán los goles del cordobés.

De aquel tímido jugador de la Gloria que debutó, de la mano de Darío Franco, en la primera fecha de la B Nacional, el 12 de Agosto de 2011, en la victoria ante Huracán por 2 a 0, a uno de los ídolos del futbol italiano. Tiene mucho camino por recorrer y en los primeros tramos ya va dejando su huella.
Para que disfruten... les comparto aquella nota en la casa de Paulo:
