En 1853 el presidente Domingo Faustino Sarmiento le encargó al enólogo francés Michel Pougé, un 17 de abril, la creación de una quinta agronómica que marcaría la transformación de la industria del vino.
Diez años antes el Malbec ya se cultivaba en Argentina y Chile. Hoy decimos que es el cepaje de bandera, que nos representa y distingue en todo el planeta.
Una bandera que no es celeste y blanca, pero que también flamea bien alto por su reconocida calidad, con matices y estilos diferentes, con más de 40 mil hectáreas en producción a lo largo y ancho de nuestro territorio.
Marcos Fernandez, director de enología de Terrazas de los Andes, anunció a ElDoce.tv que se vienen más viñedos de altura, a los diez que ya tienen implantados, porque “la idea es explorar siempre lugares nuevos”.
Nos reveló que el nuevo viñedo se llama Mirador Albo y está a 1500 msnm en la parte más alta del camino al Manzano Histórico. “Buscamos mostrar en los vinos la magia y la frescura de la montaña”, dijo Marcos.
Y agregó: “Terminamos la cosecha al dente, para obtener un vino fresco mediante maceraciones suaves con mucho menos madera, reduciendo el porcentaje de barrica nueva”.
Ejemplificó que en el caso puntual de las apelaciones de origen -Las Compuertas, Chacayes y Paraje Altamira- la mitad del vino nuevo se elabora en barricas de cuarto y quinto uso, el resto va a piletas de concreto.
De esa manera se obtienen unos Malbec con intensidad aromática. “No hace falta volver la copa para sentir notas de frambuesas, frutos rojos, tuti fruti y un leve mentolado. También aromas a frutas negras como mora, arándanos y también tomillo, jarilla y pimienta negra” precisó Fernandez.
Malbec made in Córdoba
Los caminos del vino en Córdoba también tienen buenos Malbec para ofrecer.
Carlos Testa es el creador del Malbec Tízun en su bodega Río del Medio, en el valle de Calamuchita. Proviene de un viñedo de 11 años, con suelos de piedra caliza, cuarzo y arcilla, situado a 970 msnm.
Dicen que en Córdoba se dan mejores los vinos blancos que los tintos, pero este es un buen exponente del Malbec con todas las notas de mermeladas de frutos rojos, sedoso, fresco y de final prolongado.
El viñedo de bodega Río del Medio
Para Gabriel Campana, de bodega Terra Camiare de Colonia Caroya, el Malbec cordobés tiene un común denominador que es la frescura, pero advierte que se comporta de manera diferentes en cada zona, fundamentalmente debido a las diferencias climáticas, paisajísticas, culturales y de suelo.
Campana distingue estas zonas de Córdoba. En Quilino el Malbec tiene perfiles perfiles hacia frutas rojas y confituras, además de las notas aportadas x la influencia del monte nativo que convive con el viñedo, de buen tenor alcohólico y buena estructura.
En cambio, en los viñedos de Cruz del Eje si bien se repiten los perfiles frutados y la mermelada de ciruelas, también aparecen notas especiadas con cierto grado de frescura, sumado al aporte de aromas mentolados, agrega Campana que destaca el cuerpo medio de estos vinos.
En Caroya, si bien se mantiene la frescura del Malbec, aparecen aromas a frutos rojos silvestres, son vinos de cuerpo medio y gran color.
El viñedo de Terra Camiare.
En Calamuchita, concluye Campana, también predomina la frescura, los frutos negros y cierta mineralidad que es muy valorada en los wine lover.
El enólogo opina que, a más altura del viñedo aumentan la frescura y en general mientras más árido sea el clima, el Malbec gana en especias y confituras y aparecen además los aromas del monte que rodea los viñedos, aumentando el tenor alcohólico.
En Traslasierra también hay buenos Malbec, como Viarago y el Noble de San Javier de Nicolas Jascalevich. Y hay joyas que están dando que hablar en la crítica más exigente, como el Clos del Molle ingrato, 100 % Malbec proveniente de un viñedo majestuoso a 1130 msnm ubicado en las nacientes del rio Nono. Apenas 1100 botellas de un vino con buena estructura, rasgos terrosos, de taninos firmes y equilibrada acidez.