"El campo es la economía regional cordobesa y, por eso, para Córdoba siempre es necesario defender nuestra economía regional. Defender el campo. Cuidar el campo es cuidar nuestra economía regional".
La frase le pertenece al gobernador Juan Schiaretti. Puesta en el contexto de la última actualización del inmobiliario rural que, en algunos casos trepó por encima del 70 por ciento, la gente de campo ya no protesta por lo bajo y salió a manifestarse con los tractorazos.
A los gobernadores de las provincias más grandes (y el presidente de la Nación) no se les cae ninguna otra idea que no sea apretar el torniquete impositivo.
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Axel Kicillof actualizó el inmobiliario en Buenos Aires del 15 al 75, Schiaretti del 46 al 77 por ciento, la provincia de Santa Fe de Perotti fue más contemplativa, actualizó el impuesto rural del 10 al 40 por ciento. Por ultimo, Mendoza no aumentó el impuesto pero sí actualizó las valuaciones fiscales en un 40 por ciento promedio.
Y por si todo esto fuera poco, la suspensión del Pacto Fiscal, una de las primeras medidas de Alberto Fernandez, les dio via libre a los gobernadores para aumentar el distorsivo Ingresos Brutos.
Lo cierto es que la combinación de tributos que imponen los gobiernos nacional, provincial y municipal deja al campo al borde la pérdida de rentabilidad. El Estado, en sus diferentes administraciones, se queda con aproximadamente el 88 por ciento de la renta agrícola.
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A fines del año pasado, una contribuyente cumplidora le envió un saludo de fin de año a Schiaretti, que decía: “Señor gobernador, en este día quiero desearle una Feliz Navidad y compartir con usted una reflexión: Como bien sabe estamos nuevamente con un gobierno nacional hostil al campo. ¿No cree que seria un muy buen gesto de su parte reformular el impuesto inmobiliario rural que ha sido incrementado sin alma?".
Como el tema de la pobreza es la zanahoria que esgrimen nuestros dirigentes para pedirle a los que más tienen que hagan el esfuerzo en esta etapa, comparto este esclarecedor enfoque del ingeniero agrónomo Eliseo Arraras, de Las Varillas, en una carta que le dirigió el presidente Alberto Fernandez:
"Con todo el respeto que su investidura merece, con la enorme necesidad de creer en Ud., con el desesperante deseo que le vaya bien, sin chance de perder otra oportunidad, me tomo el atrevimiento de decirle que, con la verdad, explicando las cosas como son, podemos construir un país mejor, con una sólida base social, sin enfrentamientos.
Declarar enemigo al sector agropecuario y destratarlo, buscando inmunidad ante la imperiosa necesidad de cobrarle más impuestos, para que cierren las cuentas, no es el camino. Ud. sabe que mientras exista una mínima rentabilidad y buen tiempo, van a seguir sembrando, arriesgando, está en su sangre, son productores, una raza en extinción, no especulan y dan todo para que esta sociedad este mejor. Los cortes, inocuos, responden más al desperdicio de su importantísimo aporte, que no llega a los necesitados y a la humillación a que se los somete. Su esfuerzo se desperdicia, se los llena de motes, pero son los que están conteniendo un estallido social.
Creo que debe congraciar la sociedad con el sector y explicar su contribución. Generan el 65 % de los dólares y la magnitud de su aporte es tal, que con una buena administración no debería existir más pobreza y se podría sacar a vastos sectores de la postergación, educándolos, preparándolos, dignificándolos, construyendo futuro.
Con el esquema actual decretado, estimando una producción de 61,5 m Tn. de Soja a 350 U$S/Tn con 30 % retención, 20,5 m de Tn. de Trigo a 210 U$S/Tn, 61,0 m de Tn. de Maíz a 150 U$S/Tn, 4,5 m de Tn de Girasol a 230 U$S/Tn y 2,5 m de Tn de Sorgo a 170 U$S/Tn, todos estos con 12 % de retención, suman 150 millones de Toneladas, qué, si todas se exportaran, las cuentas dan así:
Al país le ingresan U$S 36.500 millones a $ 82/U$S, el de venta al público en blanco, el único real, palpable, legal y ahorrable, ya que el Peso dejó de ser una moneda y los Bancos una opción. Cobrando el 30 % de impuesto al Dólar (/U$S), el 23 % promedio de Retención ($ 14,5/U$S), que son impuestos extraordinarios, únicos, específicos, direccionados, de una magnitud ciclópea, justificables solo por la emergencia alimentaria, sanitaria, educacional, habitacional y laboral, que deben llegar en forma directa, sin merma alguna, a los necesitados, porque en nombre de ellos se decretó y legisló, y el 5% (/U$S) promedio del resto de impuestos, que de por si son altos, (IVA, Ingresos Brutos, Ganancias, Combustibles, Rentas, Municipal, Sellados, Cheque, Patentes, Bienes Personales, etc), el Estado (en su conjunto), se queda con $ 37,5 por cada Dólar que exporta el productor, es decir con $ 1.368.750.000.000.000, que dividido entre los 8.000.000 de pobres, considerando 5 miembros por familia, el campo aporta $ 855.500 por año/familia pobre. Es más, incentivado al sector a producir 50 m de Tn más, aumentando el área (con flete cero), la tecnología y los dobles cultivos, daría$ 1.140.000 por año/familia pobre, más que suficiente para solucionar todas las emergencias en un período de 5 años, para luego, con esos recursos, generar fuentes de trabajo dignas, tarea de la que se pueden encargar los mismos productores asociados, procesando materias primas. Hoy no tienen dividendo para volcarlos en proceso, se los lleva la emergencia, pero les llegará la hora y estarán en primera fila invirtiendo acá.
Los recursos para que no existan más pobres están, el campo los aporta. Lo importante que su equipo trabaje para que esaplata les llegue y que no se pierda en el camino. Con el enorme esfuerzo que hace el campo, todos los pobres deberían tener un excelente pasar, sin trabajar, aprovechando el tiempo para capacitarse, de cara al futuro.
Es cierto que no todo se exporta como materia prima o industrializada, pero tómelo como una oportunidad perdida, que se vuelca en subsidio a los alimentos y no todos los dólares se venden a $ 82, sino a $ 63 para subsidiar los insumos de las industrias puertas adentro, pero tómelo como un mal necesario. Son dos aportes esenciales del campo para sostener alimentación y trabajo, que están dentro de los $ 855.500 por año/familia pobre. Es cierto que se devolvería algo por retenciones diferenciales, pero no mueve el número, que el sector importa insumos a $ 63/U$S pero son insignificantes en la ecuación y que existe un costo administrativo del Estado, pero con lo que aporta y exporta el resto del sector agropecuario, con los otros cereales, oleaginosas y textiles, la ganadería, la horticultura, la floricultura, fruticultura, la forestación, la lechería, etc., alcanza sobradamente para compensar divisas y administrar la distribución de esa riqueza, usándola para el bienestar y la capacitación, sin estigmatización, solucionando los “delitos del hambre” y el “narcomenudeo como salida”.
Con el esquema actual, de cada dólar de $ 82 que exporta el Productor, $ 19,0 se van en impuesto al Dólar, $ 14,5 en Retenciones, $ 18,5 en Alquiler, $ 21,0 en Costo de Producción, $ 4,0 en Impuestos varios y quedándole solo $ 5,0 al Productor, un 6 % de Rentabilidad (clima benévolo mediante). De los $ 42,5 (19,0+14,5+4,0+5,0)de la Utilidad, $ 37,5 se lleva el Estado y $ 5 el Productor, es decir que el Estado se queda con el 88% de la Renta Agrícola de los principales granos. Es un aporte impresionante y más que suficiente para no tener que sentir la vergüenza de ver pobres, marginales, miseria y desnutridos en Argentina.
Pido disculpas, no soy un experto, soy un indignado por la pobreza. Se podrá discutir la exactitud los números, pero no existe economista alguno que pueda discutir o cambiar la magnitud y la realidad de los mismos.
Mucho se podrá hablar que en otros países también hay retenciones para justificar los decretos, pero no de semejante magnitud, del 12% al 30 %, a lo que se suma un impuesto extraordinario al dólar del 30 %, más el cumulo de tantos otros y altos impuestos, que lleven al productor a aportar el 88% de su Renta. Esto sucede mientras en el mundo desarrollado se subsidia al productor para que continúe. Hasta EEUU está por subsidiar con U$S 60 la Tn de Soja, llevándola U$S 410/Tn, mientras que en Argentina el productor reciben solo U$S 170/Tn (de $ 82/U$S), es decir un 40 % de lo que recibiría un productor Americano. Debemos agradecer la bendición de la tierra, el clima y la notable eficiencia y bonomía de los productores que nos tocó, que lo soportan, pero no podemos permitir que siga existiendo pobreza debido a que semejante aporte queda en el camino. No nos merecemos pobres, son los productores los que se han hecho cargo, no el estado, que solo debe administrar para que les llegue sin “desbaste”.
Sé que es duro, pero debe ser austero, eficiente, eliminar un montón de gastos innecesarios, administrar bien la plata que aporta el campo, que no se pierda, que no se malgaste, para que los pobres tengan el bienestar y educación que le brindan los Productores. No corresponde que se desvíe lo que se solicitó por la Emergencia. El campo aporta lo suficiente, es sin duda, y por muy lejos, el más solidario de todos los sectores, no necesita ir a la “mesa de la solidaridad” para salir en la foto, fue quien la construyó, en silencio, con hechos y aportes reales. No lo denigre, no lo denoste, no lo maltrate, dele la dignidad y el empoderamiento que se merece. Agradézcale. Sería un gran gesto de su parte. No es Ud. el que está dando, son ellos.
Al menos, concilie a la sociedad, administre bien, está en condiciones de desterrar la pobreza, de transformarla en capacitación, es un humilde pedido".