Comencemos con un ejemplo: ¿Cómo se llama el copiloto del seis veces campeón del mundo de Rally, el francés Sébastien Ogier? Seguramente pocos lo saben: la respuesta es el francés Julien Ingrassia.
Córdoba es la provincia más fanática del rally en la Argentina y me animo a decir que en el mundo también. Lo que se vive en nuestras sierras es único.
Mientras el piloto se saca el casco, se pone los lentes de sol y la gorra con el principal sponsor para atender a los periodistas y a los fanáticos, el copiloto es el que se encarga de decodificar todo lo que pasó en el tramo que acaban de correr. Y esto es solo una foto del arduo trabajo que hace el navegante.
Todo arranca en los días previos a la carrera cuando confeccionan la hoja de ruta. Recorren los tramos de la competencia en un auto de calle, a una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. Solo se permiten dos pasadas: en la primera el piloto le da las referencias al acompañante, él anota con lujo de detalles; en la segunda pasada se invierten los roles, el que va sentado a la derecha del piloto es el que le va dando las indicaciones. Concluida esta parte llega el turno de la competencia y con el auto de carrera a más de 150 kilómetros por hora.
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En caso de accidente, el copiloto es el que se encarga de avisar que hay un auto en medio de la ruta alertando a los que vienen atrás. Largan cada dos minutos, llevan los tiempos de la competencia y mientras el piloto se saca selfies con la gente, él pasa por la mesa de control y espera. Cuando llega el momento le chifla al más famoso de los dos para que mueva el auto y así llegar a tiempo al punto requerido y no ser penalizados.
En la memoria nos aparecen nombres de copilotos que han sido parte de la historia de nuestro rally como Jorge “Bicho” Del Buono y Martin Christie. Ambos navegaron a Jorge Raúl Recalde por el mundo.
Hoy, desde Córdoba se exportan navegantes a todo Sudamérica. Fernando Mussano de Río Tercero, Pablo Olmos de Córdoba, José Díaz de Carlos Paz, entre muchos otros son los que acompañan a pilotos de Paraguay, Chile y Bolivia en la categoría WRC2, la segunda en orden de importancia después de los WRC del campeonato mundial.
El cordobés Fabián Cretu, compañero de Marco Bulacia, fue protagonista de una de las piñas más espectaculares de la edición 39 del Rally Mundial de Argentina. El accidente del piloto boliviano, de 19 años, quedó registrado por varios espectadores. El espectacular vuelco ocurrió en el tramo Tanti – Mataderos.
En diálogo con Arriba Córdoba, Fabián contó lo detalles de la seguridad que lo muestran como si nunca hubiera tenido un accidente. Pero también relata que es parte de los gajes del oficio: unos tumbos y a seguir pensando en la carrera que viene.
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