Sin reforma laboral, sin reforma previsional y sin ajuste del gasto público (es más, con incremento real del gasto), el presidente Alberto Fernández aseguró que el único camino posible para que la Argentina cumpla con una deuda “insostenible e impagable” es el crecimiento.
Consideró que el país ya entró en ese sendero y describió cuatro propuestas concretas y “realistas” para concretar. Sin embargo, ninguna de sus metas es factible: habla como si fuese uno más en la tribuna y no como el ejecutor de la cosa pública.
1. “Podemos crear anualmente, sólo con la ampliación de la matriz productiva, al menos 200.000 puestos de trabajo de calidad en el sector privado”, dijo en su discurso de apertura de sesiones del Congreso 2022. Hoy, según datos del Boletín de la Seguridad Social del Ministerio de Trabajo de la Nación, hay 6.776.316 trabajadores en relación de dependencia en el sector privado. En el 2011 había 6.769.885. Eso significa que en 10 años (¡una década!) se crearon apenas 6.431 puestos netos. La serie avanza, pero las crisis destruyen lo que se creció. Sin bajar los impuestos al trabajo ni promover el blanqueo hoy de los informales, ¿de dónde saca que se pueden crear en un año 200 mil nuevos puestos?
2. “Podemos poner en marcha 10.000 nuevas empresas por año”. Hoy en la Argentina hay 609 mil empresas registradas, aunque hay unas 60 mil que no tienen empleados. Hasta el 2015, se creaban por año unas 70 mil y se daban de baja alrededor de 68 mil. Pero desde ese entonces, el número no ha hecho más que decrecer, según datos oficiales. Para el 2015 había 566.992 firmas. Para 2016 había perdido 1.409 en términos netos; en 2017 cayeron 1.235; en 2018 cerraron 4.849 compañías; en 2019, 13.657; en 2020, año de la pandemia, 21.979 y en el 2021, 7.396. ¿Cómo piensa crear 10 mil nuevas al año si hace siete que no se frena la sangría?
3. “Podemos reducir la inflación año tras año, de modo sostenido y paulatino". El presidente reconoció que la inflación es un problema de causas múltiples, aunque no las enumeró ni ensayó respuestas para atacar esas causas múltiples. En 2006 la Argentina superó el 10% anual de inflación y jamás bajó de esa cifra. Desde 2006 hasta 2021, con excepción del 2009 que registró el 15%, nunca perforó el piso del 20%. Para este año los analistas esperan 54%. ¿Cómo reducirla, si hace dos décadas nadie lo ha logrado?
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4. ”Podemos alcanzar y superar los 100 mil millones de dólares de exportaciones sumando bienes y servicios”. Es quizás uno de los objetivos más alcanzables, excepto por un detalle: este Ejecutivo no promueve las exportaciones. A la carne, que tiene una demanda casi infinita, le aplicó cupo. La agroindustria tiene retenciones que, lejos de bajar, conviven con la amenaza permanente de una suba. En el 2021, el país exportó por 77.934 millones de dólares. En 2011 había alcanzado los 82.890 millones.
Ninguno de los objetivos enumerados por Alberto Fernández es realista. Ninguno brotará de las piedras ni lloverá del cielo: harán falta políticas públicas que incentiven a que algunas de esas cosas sucedan.
La gran deuda de su discurso es que no dijo una palabra de cómo llevará algo de eso a cabo.