Las leyes que autorizaron las apuestas en Córdoba han mejorado la calidad de la vida de la gente. Tal vez no de millones de cordobeses pero sí la de algunos, específicamente los que intervinieron en el proceso de aprobación de esas normas y los que participan del negocio millonario del juego.
Córdoba se encamina a una nueva ampliación de la legalización de la timba y seguramente habrá otro puñado de beneficiarios, que verán una mejora sustancial en sus ingresos.
No son apostadores en sí mismos los favorecidos. Es decir, no apuestan a un determinado juego programado sino que apuestan a la legalización de la actividad.
Por eso, por ser un negocio poco claro y millonario, el debate se hace a escondidas.
La legalización de los juegos online que se va a aprobar esta semana en la Legislatura constituye uno de los escándalos más graves de los últimos tiempos.
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Todo lo que rodea al proyecto es sospechoso. Fue presentado por cinco legisladores opositores de Juntos por el Cambio, pese al contundente rechazo de todas las fuerzas de esa coalición a la iniciativa. Y va a ser aprobado por la amplia mayoría peronista de Hacemos por Córdoba, aunque habrá varios oficialistas que no van a acompañar, molestos por el proyecto o porque los dejaron afuera de algo.
La defensa del proyecto fue a los gritos, casi con violencia. El radical afin a Hacemos por Córdoba Orlando Arduh se quedó sin voz cuando sus pares opositores le quisieron bajar el proyecto.
La desesperación de Arduh revela lo importante que es para él y para los otros cuatro autores del proyecto, Silvia Paleo, Darío Capitani, Raúl Recalde y Alberto Ambrosio, que se apruebe. Si el interés es la medida de la acción, la enjundia del quinteto revela que tienen mucho en juego. ¿Mejorará mucho su situación patrimonial?
El oficialismo de Hacemos por Córdoba decidió que fueran ellos los que hagan punta pero está más que interesado en una rápida sanción.
La semana pasada se analizó dar por cerrado el año legislativo, ya que las pocas iniciativas importantes ya estaban aprobadas y hay una explosión de casos Covid en todo Córdoba, pero vino la orden del Centro Cívico de sesionar sí o sí esta semana.
El apuro es por un proyecto que está muy lejos de formar parte de las urgencias y prioridades de una provincia jaqueada por la pobreza, el desempleo, la inseguridad, entre otros problemas.
De arqueros y delanteros
El proyecto, copiado del que rige en otras provincias, legaliza las apuestas online con un traje a medida para cinco consorcios empresarios que explotan estas apuestas.
Se crea un registro de jugadores para que el Estado se quede con una partecita mínima del millonario negocio. Es tan patético el proyecto que ni siquiera estipula el canon que tienen que pagar las empresas que actualmente operan en la ilegalidad y que van a pasar a actuar dentro de la ley.
Transforma en legal las apuestas deportivas, que son motivo de fenomenales actos de corrupción en el mundo entero. Si usted va a ver un partido de la Liga Cordobesa sepa que más allá de su pasión, es probable que el arquero propio y el delantero rival hayan hecho apuestas sobre el resultado del partido. Nadie controlará que la corrupción sea legal en Córdoba.
Más pobres
Sobran los estudios que demuestran que los juegos de azar y los programados (el sistema ya está diseñado para que la amplia mayoría de los apostadores pierdan) generan más problemas que beneficios.
En especial, los de apuesta inmediata como las tragamonedas y los online que se van a autorizar.
La teoría de que la estatización de las apuestas es para repartir fondos con destino a ayuda social ya fue pulverizada por los hechos.
¿Saben cuánto de lo que se apuesta todos los días en Córdoba va a Desarrollo Social? El cinco por ciento. Leyó más que bien. Cinco por ciento de todo lo recaudado. El resto se lo come la burocracia, las empresas que explotan y vaya a saber qué otra cosa.
¿Y quienes son los que apuestan? Basta con pasar por fuera de cualquier sala de tragamonedas para tener una idea de los ingresos de los jugadores.
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Es decir, el Estado y las empresas concesionarias del juego le sacan millones de pesos a cordobeses pobres todos los días y le devuelve unos pocos miles para asistirlos en su pobreza.
Cuando la Iglesia dice que legalizar las apuestas online es “sacarle a los pobres para hacerlos más pobres” no es cuestión religiosa sino basada en datos concretos de la realidad.
Pese a todo ello será ley. Córdoba seguirá teniendo millones de pobres. Pero, para compensar, un puñadito de funcionarios, legisladores y empresarios es probable que alejen a varias de sus venideras generaciones de la pobreza gracias a la aprobación de esa norma.