Pudo haber terminado en algo peor. No por eso es menos grave. No es la primera vez que ese conductor comete una infracción. En el Repat, tiene multas por conducir a más de 140 kilómetros por hora y por manejar borracho con más de 1,40 de alcohol en sangre.
Con ese tipo de actitudes, y a esa edad tan temprana, cabe preguntarse si Ordoñez no es un pichón de Alan Amoedo.
Puso en riesgo la vida de dos policías. Les podría haber causado la muerte.
“Algo nos puede pasar, no te bajes”, le dijo una de las jóvenes que iban en el Gol que conducía Ordoñez.
+ VIDEO: el hecho filmado por las cámaras de la Policía:
Eso es falta de confianza y respeto en la institución policial. Pero no justifica evadirse de un control policial, hecho a plena luz del día, a las 8.30 de un domingo con gran presencia de otros automovilistas.
Aunque muchos opinan que el problema tiene su raíz en los casos de gatillo fácil, aquí no caben las comparaciones con el control policial que desembocó en el crimen de Valentino Blas Correas.
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Ni en otros casos de abuso policial que acabaron con la vida de “Guere” Pellico y de Joaquín Paredes en Paso Viejo.
La Justicia tiene que poner lo suyo también para que estos indeseables que matan al volante, o ponen en peligro la vida de terceros no les sea tan fácil sacar una licencia de conducir.
El joven Ordoñez no puede escabullirse como el legislador González para obtener un carnet en un municipio cualquiera.