Puede parecer una pulseada salarial cualquiera. Pero se trata de algo diferente. El argumento formal de la protesta es rechazar las 376 suspensiones de hasta 15 días dispuestas por las autoridades como consecuencia del paro sorpresivo del 8 de noviembre que, a su vez, se había ejecutado para presionar por la renovación de un convenio de indexación por inflación de los sueldos.
Ese acuerdo, que vencía el 30 de setiembre, permitía que los empleados de Aerolíneas se mantuvieran blindados al ajuste general de la economía. Pero lo que intentan en definitiva los cinco gremios identificados con el kirchnerismo que paralizarán el próximo lunes a Aerolíneas Argentinas es bloquear los notables avances que viene dando el país en este terreno, con Córdoba como epicentro.
La empresa reestatizada en 2009 dilapidó hasta la salida del poder del kirchnerismo más de 5.400 millones de dólares en subsidios en poco más de 6 años. Por poner un ejemplo: aún hoy, en noviembre de 2018, Air France vale menos que las pérdidas que el Estado argentino sufrió con Aerolíneas, si tomamos como referencia la capitalización bursátil de la línea francesa. Esa extraña marca sólo se explica por su utilización como bolsa de trabajo de militantes, la concesión incesante de privilegios a sus sindicatos y el boicot sistemático a los competidores. Redistribución de la riqueza al revés. Plata del conjunto de la sociedad, incluido el tercio ubicado debajo de la línea de pobreza, para financiar los viajes de los sectores más pudientes, sobre todo a Estados Unidos, Europa y Australia, las rutas de Aerolíenas históricamente más deficitarias.
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Ese monumental déficit ha venido achicándose desde diciembre de 2015. Incluso este año, con mayores subsidios que los previstos antes de la escalada del dólar, los aportes del Estado serán alrededor de un tercio de lo que fueron durante el kirchnerismo (algo más de US$ 200 millones en 2018 vs entre 500 y 700 millones anuales hasta 2015).
Al mismo tiempo que ingresaron nuevos jugadores al mercado aéreo, Aerolíneas federalizó las conexiones. El "hub" Córdoba viene siendo un éxito rotundo, ofreciendo nuevas conexiones a una decena de ciudades e incrementando las frecuencias de las rutas que ya existían. Casi la mitad de los pasajeros de cabotaje que viajan en avión evitando pasar por Buenos Aires lo hacen desde o hacia Córdoba. El aeropuerto de nuestra ciudad, aún ampliado, quedó chico.
A todo esto, ¿cuán acuciante es la situación económica del personal de Aerolíneas? Los sueldos del staff parten de los 70 mil pesos y, en el caso de los pilotos, a menudo superan los 400 mil pesos mensuales. Una realidad salarial acorde con los ingresos de los trabajadores del sector a nivel internacional, es cierto. Y aquí conviene señalar otra clave del problema: la superpoblación. Aerolíneas tiene, midiendo en función de la cantidad de aviones o por pasajeros transportados, entre el doble y el triple de empleados que Copa o American Airlines.
Es probable que el país ingrese en zona de turbulencias si este conflicto se prolonga, para colmo combinado con el desafío logístico que supone la próxima cumbre del G20. Los piqueteros no sólo actúan en calles y rutas. Y no siempre son pobres.