Varados: el salvavidas de plomo del Estado
Las malas decisiones del Gobierno agravaron un problema evitable. El regreso fallido de miles de argentinos, un caso único en el mundo.

Los dolores de cabeza para miles de varados comenzaron mucho antes que se implementara en el país el cierre de fronteras y el aislamiento obligatorio.
A mediados de marzo, el Gobierno tomó la insólita decisión de darle a Aerolíneas Argentinas el monopolio de la repatriación de ciudadanos que tenían dificultades para regresar.
+ MIRÁ MÁS: Varados: argentinos deben pagar más de 50.000 pesos a pesar de ya tener pasaje
Se enalteció el rol de la “aerolínea de bandera”, mientras a las empresas privadas les cancelaban a la fuerza sus servicios.
Ante la caída drástica de la oferta, los varados comenzaron a multiplicarse en aeropuertos y sedes diplomáticas.
Sin asistencia y con vuelos que llegaban a cuentagotas, comenzó una pesadilla que afecta tanto a jóvenes turistas como a adultos mayores con enfermedades crónicas. Cuando Cancillería quiso dar marcha atrás ya era tarde: los gobiernos empezaron a aplicar fuertes medidas restrictivas complicando más el regreso.
Caja
“Esto sólo nos está pasando a los argentinos”, es el denominador común en la queja cientos de cordobeses que no pudieron volver al país.
La frase no sólo se refiere al desamparo que sufren: también aplica al impuesto del 30 por ciento que siguen pagando por sus consumos en el exterior.
Hasta ahora, no prosperó la iniciativa impulsada por diputados y senadores de la oposición para eximir del pago del recargo a quienes no pueden volver.
Tampoco se avanzó en ese sentido en los decretos de necesidad y urgencia dispuestos por Alberto Fernández. Los varados siguen financiando con su drama a un Estado que les niega una solución.
Ayer, el canciller Felipe Solá aseguró que aún quedan 10 mil ciudadanos argentinos que no pueden regresar a sus hogares. El funcionario reconoció que no puede asegurar en lo “inmediato” la repatriación.
El en el dorso de su tapa, el pasaporte nacional dice: "El Gobierno de la República Argentina, ruega y solicita a todos aquellos a quienes puede concernir, dejen pasar libremente a su titular y presten la asistencia y protección necesaria”.
Como nos enseñaron de chicos, hay que predicar con el ejemplo.