El 1º de marzo está marcado en el calendario, es el día en el que la gran mayoría de los alumnos vuelven a clases. Pero no todos lo hacen de la misma manera.
Todas las burbujas clasificadas como 1 serán las primeras en reencontrarse con la mitad de sus compañeros, sus maestras y la escuela a la que no asisten hace un año.
Fue durante la última semana de febrero cuando cada familia recibió en su mail el detallado cronograma de cursado de sus hijos construido por los docentes y las autoridades siguiendo las recomendaciones de los protocolos del Ministerio de Educación.
En esa comunicación además, se detalla lo que cada niño debe llevar teniendo en cuenta que no podrá compartir con sus compañeros ningún elemento o útil escolar. Por protocolo, los alumnos deberán llevar hasta los fibrones para escribir en el pizarrón.
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“No fue fácil”, reconoce una docente que participó en el complejo armado y explica que en muchos casos decidieron dividir la lista en dos por orden alfabético para garantizar que los hermanitos queden en la misma burbuja y por lo tanto asistan los mismos días. El objetivo: complejizar lo menos posible la organización familiar.
Sin la ayuda de los abuelos
La escuela es un elemento organizador. Este concepto fue repetido en numerosas ocasiones por especialistas, investigadores, docentes y sobre todo papás que deben compatibilizar trabajo, escuela y familia. En algunos casos con papás o mamás que además son docentes.
La familia siempre sirve de contención y mucho más cuando colabora con la organización. Sin embargo, este año las autoridades educativas pidieron que quienes lleven o busquen a los niños en las escuelas deben ser las mimas personas y si es posible, que no involucre a grupos de riesgo.
Esta consejo deja afuera a los abuelos, en muchos casos, fundamentales para la organización familiar.
“No me tocó con ninguna familia con la que hago pool en la misma burbuja”, “Cuatro horas no me alcanza, yo trabajo ocho y en el laburo no me dejan salir para llevarlo a la escuela”, “Los abuelos son los únicos que pueden llevarlos, con cuidado pero los van a llevar”, “Todavía no tengo idea cómo me voy a organizar”.
Estos son sólo algunos de los mensajes que se comparten en los grupos de mamás y papás de las escuelas. Incluso muchas instituciones ya recibieron vía mail o whatsApp los pedidos especiales para cada situación. Imaginen la cantidad de realidades diferentes que involucra todo el sistema educativo provincial.
¿Cómo organizarse?
Silvina Ferreyra, licenciada en psicopedagogía y especializada en familia asegura que la flexibilidad y la creatividad podrían servir como guías para las familias a la hora de resolver y enfrentar un año que al igual que el 2020 será atípico.
Es por eso que junto a la licenciada Julia Pereyro diseñaron un material de distribución gratuita con una serie de tips para la vuelta a clase. Incluso a través de sus cuentas de Instagram realizarán un vivo para hablar sobre las claves para el regreso a clases.
“La clave de este año es la comunicación, la calidad de la comunicación de nosotros los padres con nuestros hijos, con la escuela y los docentes y viceversa”, explica Silvina poniendo el énfasis en la importancia de ser claros en todos los ámbitos porque es lo que nos va a permitir contar con la información disponible para planificar.
En este punto Silvina nos da la recomendación más importante: “Navegar la incertidumbre con planes a corto plazo (…) La herramienta más importante en esto de clarificar la comunicación y la organización es el uso de las agendas (…) tener claro qué nos espera este día o tener en claro qué nos espera esta semana, sobre todo cuando tenemos muchos hijos”.
En resumen, planificar en base a la información disponible, con objetivos claros y a corto plazo.