La buena noticia es que cada uno de nosotros tiene la capacidad de cambiar los comportamientos que generan el derroche de agua, lo que nos brinda la oportunidad de seguir disfrutando del verano y de todos los buenos momentos que nos ofrece.
Las precipitaciones en Córdoba
En nuestra región semiárida, dependemos del régimen de lluvias para abastecernos. Es decir, para mantener nuestras reservas hídricas (dique San Roque y lago Los Molinos) con agua, es necesario que llueva en las cuencas que las alimentan. Allí se encuentra la fuente de agua que vamos a tener para consumir en la ciudad de Córdoba -luego del proceso de potabilización correspondiente- a lo largo del año. Por ello, a menudo, cuando llueve, pensamos que se solucionarán nuestros problemas hídricos, pero la verdad es que no siempre es así.
Un dato para tener en cuenta es que las lluvias que caen poco a poco durante varios días son las que realmente nos benefician. En tanto que, las lluvias intensas y torrenciales causan inundaciones, destrozos y el suelo no llega a absorber el agua como debería.
Por otro ello es importante cuidar el agua durante todo el año evitando acciones que atentan contra la disponibilidad del recurso.
¿Cuáles son las principales acciones que generan derroche?
- El recambio indiscriminado de agua en las piletas por falta de mantenimiento. Una pileta mediana (con medidas aproximadas de 2,70m x 1,60m x 0,65m), contiene unos 2.800 litros de agua, es la cantidad de agua que necesita una persona para cubrir sus necesidades cotidianas durante más de una semana.
- Riego desmedido y sin control (utilización de riegos artificiales, dejar mangueras abiertas por horas y en horarios no recomendados).
- Pérdida en instalaciones internas domiciliarias: una pérdida puede derrochar entre 300 y 700 litros por día.
Acciones que hacen la diferencia:
- Mantené tu pileta en buen estado: Realizar un mantenimiento regular ayuda a conservar la calidad del agua, evitando la necesidad de cambios frecuentes.
- Controlá el riego en tu jardín: Optá por regar temprano en la mañana o al atardecer para evitar la evaporación excesiva del agua.
- Repará las fugas de agua en casa: Incluso la simple gotera de una canilla puede desperdiciar cientos de litros de agua cada día.
- Limitá el tiempo en la ducha: Duchas cortas que no superen los 5 minutos son más eficientes y ahorran agua. También evitá los baños de inmersión.
- Reutilizá el agua siempre que sea posible: Por ejemplo, podés usar el agua de lavar frutas y verduras para regar tus plantas.
- Cerrá la canilla cuando no la necesites: Pequeños gestos, como cerrar la canilla mientras te lavas los dientes, permite ahorrar hasta 30 litros de agua.
- Lavá la ropa con la capacidad máxima del lavarropas, eligiendo ciclos cortos. ¿Sabías que cada lavado consume entre 40 y 60 litros de agua?
¡Todo suma! Incorporar simples hábitos en nuestro día a día contribuye significativamente a conservar el agua para las generaciones futuras. Cada gota que derrochamos es vital para la hidratación y supervivencia de otra persona. Y vos, ¿te unís al compromiso de cuidar nuestro recurso más preciado?
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