El mantenimiento de todas las instalaciones internas de agua es una responsabilidad de cada usuario. Se recomienda realizar la limpieza del tanque al menos una vez al año con el objetivo de conservar la calidad del agua dentro del hogar eliminando los microorganismos que se acumulan en este depósito y que pueden causar problemas de salud.
Con la llegada del frío, es el momento ideal para realizar este trabajo, ya que el uso del agua es menos frecuente que en verano. Te contamos cómo lograrlo en 30 segundos:
Seis pasos para hacerlo de manera rápida y sencilla:
1. Cerrar las llaves de paso: la que carga el tanque y la que baja a la vivienda. Recordá cerrar también la llave que carga el termotanque.
2. Vaciar el tanque parcialmente y dejar sólo 15 centímetros de agua. Limpiar cepillando el fondo, las paredes y la tapa. Utilizar sólo agua, nunca cepillo de metal o productos de limpieza, como detergente, jabón, etcétera.
3. Vaciar completamente y enjuagar varias veces. Eliminar los residuos por la válvula de desagüe, no por la cañería de distribución.
4. Llenar el tanque con agua hasta la mitad. Agregar cada mil litros de agua un litro de hipoclorito de sodio (lavandina) hasta que se llene el resto del tanque.
5. Una vez lleno el tanque, dejar actuar durante al menos tres horas. Eliminar el agua y volver a llenar y vaciar el tanque hasta eliminar el exceso de cloro.
6. Llenar el tanque y ponerlo en servicio. Recordar que el tanque debe estar provisto de una tapa con cierre, de manera que no permita ingresar elementos contaminantes.
La autonomía del tanque, un dato para destacar
El tanque debe tener una autonomía de provisión de agua de 24 a 48 horas. En el caso de una familia de cuatro personas, se recomienda tener un tanque de mil litros. Esto le permitirá contar con la reserva suficiente ante cualquier eventualidad.
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