Es común que al terminar el verano, la pileta de muchos hogares pase a un segundo plano y se termine descuidando. Hoy te proponemos incorporar pequeñas acciones que traerán numerosos beneficios además de evitar derrochar miles de litros de agua con su recambio.
5 pasos para lograrlo de manera sencilla:
1- Controlá los sistemas de filtrado ya que es muy importante comprobar que estén en buen estado para trabajar durante el invierno.
2- Realizá tratamientos desinfectantes de cloro y alguicida por lo menos 2 veces a lo largo de todo el invierno. Una opción práctica son las pastillas “Tres en Uno” que se componen de cloro, alguicida y decantador.
3- Controlá el ph del agua: El valor siempre debe estar entre 7,2 y 7,6. De este modo evitamos que el agua se ponga turbia y aparezcan algas.
4- Colocá cobertores: Sirven para proteger la pileta de insectos y hojas. También ayudan a que el agua no se congele. En caso que no tengas un cobertor, remové regularmente las hojas para evitar que terminen en la bomba y ensucien el agua.
5- Pasá el limpiafondos: Es muy importante que lo hagas una vez cada 15 días y que filtres el agua por lo menos una vez a la semana.
Terminó la temporada de calor y es un buen momento para comenzar a implementar estos consejos. Mantener el agua de tu pileta en buenas condiciones de verano a verano no sólo es una ventaja, sino que además se trata de un hábito que al corto plazo nos da tranquilidad y satisfacción.
¿Te sumás al cuidado del recurso?
El agua nos une, el futuro también. Aguas Cordobesas.