El control activo de fugas se divide en dos grandes grupos: la búsqueda de fugas visibles y la búsqueda de fugas invisibles. Un equipo altamente capacitado recorre más de 4.800 kilómetros anuales para anticiparse y así lograr un importante ahorro del recurso.
El primer grupo se refiere a las pérdidas que se encuentran a simple vista, tarea que la empresa comenzó a realizar en 2004 y que implica que todos los meses se recorran 400 kilómetros de redes en toda la ciudad para encontrarlas. La segunda hace foco en la detección de las que no se hallan a simple vista.
En ambos casos, se persigue un doble objetivo: evitar las fugas en las redes y, de esta manera, contribuir al cuidado de este recurso natural tan necesario para la vida.
Detección de fugas invisibles
Además de un equipo de profesionales capacitados para esta tarea, la búsqueda de pérdidas invisibles se realiza mediante equipos con tecnología de última generación. Esto permite realizar:
- Búsqueda de fugas electroacústica
Cuando se produce una fuga de agua en una tubería enterrada, se genera un ruido que no es detectable por el oído humano en la superficie, para lo cual se requieren equipos específicos de escucha. Los equipos de trabajo recorren la ciudad y en cada cuadra "escuchan" con instrumentos técnicos cada conexión, cañería o válvula, con la finalidad de detectar algún ruido que indique la presencia de una fuga.
Una vez identificada, se procesa la información con equipos más sofisticados para ubicar el lugar exacto que posteriormente se reparará.
- Búsquedas con gas trazador
Consiste en la inyección dentro de las instalaciones (caños, conexiones) de un gas inocuo e inofensivo compuesto por 95 por ciento de nitrógeno y 5 por ciento de hidrógeno. El hidrógeno, al ser una molécula menos pesada que el aire, cuando existe una fuga migra de las instalaciones, atraviesa los poros del suelo y aflora a la superficie, donde es rápidamente detectado. Esto permite intervenir inmediatamente en la reparación, para evitar un deterioro mayor de las instalaciones.
La importancia de prevenir
La existencia de fugas en las redes de distribución puede traducirse en el derroche de litros y litros de agua. Una actitud proactiva en este sentido permite preservar y defender este recurso tan esencial para la vida.