Con el eje puesto en la tranquilidad y la confianza, la Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Córdoba (FEPUC), el conjunto de entidades que la conforman y el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, lanzan una campaña provincial para que la comunidad se acostumbre a verificar este dato antes de contratar servicios profesionales.
La matrícula profesional es el instrumento mediante el cual el Estado habilita a las y los profesionales para ejercer, a través de un colegio o consejo profesional. Fija reglas éticas y de responsabilidad, y al mismo tiempo funciona como una garantía para la ciudadanía: identifica de manera única a cada profesional y asegura que cuenta con el conocimiento y el respaldo institucional necesarios para ejercer de manera segura y responsable, sin poner en riesgo a quienes usan sus servicios.
“El mensaje central es directo: En profesionales con matrícula podés confiar”, señalan desde FEPUC. Elegir profesionales con matrícula es, en definitiva, elegir tranquilidad para una misma persona y para su familia. Ante una consulta, una intervención técnica o un asesoramiento, la recomendación es siempre la misma: comprobar que la persona profesional tenga matrícula vigente y, de ese modo, ejercer el derecho a un servicio responsable y de calidad.
¿Cómo se puede verificar? A través de las páginas web de los colegios y consejos profesionales, donde existen buscadores públicos para chequear nombre, número de matrícula y estado de habilitación.
El Consejo de Médicos tiene este acceso directo para facilitar la consulta: https://autogestion.cmpc.org.ar/validar-matricula
La campaña tendrá presencia en redes sociales, medios de comunicación y distintas activaciones en eventos. En varias piezas se verán a profesionales cordobeses de distintas disciplinas mostrando sus matrículas bajo el llamado a la acción: “Podés confiar en mí, tengo matrícula”.
Desde el sector remarcan que la matrícula no solo ordena el ejercicio profesional y establece responsabilidades, sino que también resguarda derechos y reconoce la inversión que hace la sociedad en la formación de sus profesionales. El objetivo final es instalar un nuevo hábito cotidiano: antes de contratar, preguntar por la matrícula y tomarse unos minutos para verificarla en los canales oficiales. Un gesto simple que puede marcar la diferencia en términos de confianza y seguridad.
“Cuando la comunidad elige profesionales con matrícula, se cuida a sí misma y contribuye a mejorar la calidad de los servicios que recibe”, concluyen.




