Hace décadas que la música de Rodolfo Zanni se convirtió en una incógnita; es que este gran pianista hijo de italianos que nació, vivió y trabajó en Argentina a comienzos de 1900 compuso numerosas obras y llegó a ser Director de Orquesta en el Teatro Colón, pero con su desaparición física parece haberse perdido también el rastro de gran parte de su trabajo.
Por esta razón, la Agencia Córdoba Cultura, hace un pedido a la comunidad para colaborar en la búsqueda y recuperación de sus obras desaparecidas. Pese a que murió en la ciudad de Córdoba a sus jóvenes 26 años, compuso más de 80 obras, incluidas dos óperas líricas: Glyceria, sobre un libreto de él mismo, y Rosmunda, con libreto de Sem Benelli.
Una breve vida y una muerte enigmática
Nació en 1901, en Buenos Aires, de padres italianos que emigraron a Argentina. Su padre Nicola Zanni (proveniente de la ciudad Abruzzo, Atri, en la zona de Teramo) lo inscribió en el registro civil bonaerense como hijo natural, nacido de una mujer que no quería ser nombrada. Más tarde, Teresa Vitale (originaria de Génova), su madre, lo reconoció.
Poco se sabe sobre la existencia y la infancia de Rodolfo Zanni. Las referencias a su persona están dispersas aquí y allá en diversos escritos pero con un denominador común: todas retratan a un niño prodigio, a un adolescente brillante, y a un músico con un talento muy precoz.
El pianista se formó en Buenos Aires como estudiante y autodidacta y compuso sus primeras piezas a los 9 años. A los 14 se graduó como Maestro de Música en la Academia La Prensa y a los 16 dirigió la orquesta del complejo operístico Adelina Agostinelli con la que presentó las obras más significativas del repertorio operístico italiano junto con sus propias composiciones y realizó giras por Chile y Perú. A los 20 años fue protagonista de un gran concierto sinfónico en el Teatro Colón en el que dirigió la orquesta de 120 músicos y 100 coreutas que presentó solo obras de su autoría. La dirección fue un éxito extraordinario, pero, inmediatamente después, fue víctima de una feroz persecución y alejado de todos los lugares de concierto.
Llegó a Córdoba donde compuso música especialmente para las principales producciones de Hollywood y las mostró al público en el Teatro Real, con la dirección de una orquesta traída especialmente del Teatro Colón. Esta exitosa presentación fue la última de su vida ya que, luego de ella, murió en el Hotel Felipe II de la ciudad, en circunstancias misteriosas. Su cuerpo desapareció y, quizás lo más inquietante, es que nunca más se encontró su inmensa producción artística. Actualmente, solo se cuenta con cinco obras juveniles menores.
Un pedido en nombre del arte
Las obras de Rodolfo Zanni, a quien sus colegas llegaron a llamar el Mozart argentino, fueron consideradas como excepcionales por sus contemporáneos. El pedido de la Agencia Córdoba Cultura se extiende a toda la comunidad y el ambiente cultural y musical para acercarse a los conservatorios y buscar en las colecciones privadas, en los archivos, en los armarios y en cualquier rincón donde podría haber registro del magnífico trabajo de este compositor argentino.
Específicamente, la búsqueda se orienta a la ópera lírica Rosmunda, una obra fantástica en la que demuestra su gran talento. Se sabe, por fuentes de la época, que esta ópera fue editada por la Ricordi de Milán y que tendría que haber sido representada en Italia. Cualquier dato sobre la aparición de alguna de las obras del compositor puede ser enviado al correo: mozartargentino@gmail.com.
Para reivindicar a Rodolfo Zanni, difundir su existencia e intentar recuperar sus obras, se proyectará el jueves 26 de octubre a las 20 en el Teatro Real (último lugar en el que el compositor ofreció un concierto), el documental Enigma in Tempo Rubato. El Mozart argentino, con dirección de Francesco Cordio y realización de Giuseppe Zanni, pariente de Rodolfo, abogado y diplomático italiano, con entrada libre y gratuita.