La esquina de Av. Colón y Rivera Indarte es la sede que preserva una de las manifestaciones más importantes de la cultura popular de Córdoba. Se puede disfrutar de colecciones de los instrumentos tradicionales de los conjuntos, partituras, discos y fotografías de intérpretes y bailes populares. También hay recuerdos y archivos de sonido y fílmicos de los programas emitidos por radio y televisión más característicos del género.
Un camino con historia
El espíritu del Museo del Cuarteto, que en esta etapa ocupa una planta baja y parte de un primer piso, es mostrar el origen y la evolución del ritmo local que se encuentra pronto a cumplir 80 años. Está pensado para los cordobeses pero también para quienes no conozcan el género y quieran adentrarse en la historia de lo que ya es un fenómeno cultural.
El recorrido está planteado de manera cronológica alrededor de vitrinas e imágenes que funcionan como núcleos, según la época. Comienza en la época de la inmigración de donde provienen los ritmos africanos y luego, ya en Córdoba, donde se genera la fusión de estos ritmos con la tarantela y el pasodoble. Así, el sentido de la circulación comienza repasando el 4 de junio de 1943, en conmemoración a la primera presentación en vivo del Cuarteto Leo, encabezado por Leonor Marzano, y llega hasta la conformación de los grupos musicales actuales y a los solistas que aún hoy presentan sus bailes.
Dentro del museo la información se expresa de diversas y atractivas formas: fotos y ploteos con textos y reseñas claras que presentan desde la partitura de la primera canción de cuarteto de Leonor Marzano “Del brazo con la suerte” hasta pantallas con material audiovisual que ponen en valor la transformación del cuarteto con la irrupción en el escenario de referentes como Carlos “La Mona” Jiménez o, más acá en el tiempo, “El Potro” Rodrigo Bueno.
Un museo contemporáneo
La creación de este museo no ha podido escapar, dadas las circunstancias, a la lógica de la pandemia de Covid 19 pero supo adaptarse al contexto encontrando la fortaleza en el soporte audiovisual ya que todo el material que se proyecta en las pantallas es fácilmente exportable e intercambiable generando información nueva según el momento y los requerimientos. Además, la distancia que se percibe entre los puntos focales y los objetos está planificada para poder disfrutar con comodidad de cada posta de información.
Presentado como un recorrido para realizar de manera intuitiva, en el primer piso las gigantografías e imágenes pueden verse desde distintos puntos y cada vitrina proporciona datos de los artistas y sus biografías, estrofas de sus canciones y algunas de sus declaraciones. También hay caricaturas de los músicos, proyecciones en pantallas y un novedoso espacio sonoro con un gran equipamiento técnico: el "Rincón del baile" donde se recrea una escena de un baile de los años 50 decorado y pensado para que el público que visite el lugar pueda tomar sus fotografías.
Una pared entera del primer piso está dedicada a la influencia del cuarteto en la industria musical donde, década por década y utilizando el recurso del maping (técnica audiovisual de proyección dinámica), se cargaron más de 700 tapas de discos en las que puede observarse no solo la evolución en lo musical sino también en el diseño gráfico de las piezas. Esta línea discográfica también se acompaña con documentación existente y registrada sobre los bailes de cuarteto de manera evolutiva. Además, al igual que el resto de la información que proporciona el museo en formato digital, puede ser actualizada de manera constante.
Además, en otro punto focal del primer piso se encuentra un espacio dedicado al cuarteto y la diversidad sexual donde los visitantes podrán dejar su huella, contar sus experiencias y sentirse invitados a participar con sus historias que no le fueron ni le son ajenas al cuarteto como fenómeno cultural.
El segundo piso está enteramente dedicado a la relación entre el cuarteto y la moda. Allí se encuentran maniquís que visten trajes y ropas originales que fueron donados por los propios e históricos artistas o sus familiares. También se perciben en las vitrinas instrumentos musicales como el piano de Coquito Ramaló, fundador del Cuarteto de Oro, utilizados en numerosos shows. La sala se completa con premiaciones a grandes discos de cuarteto que tienen un lugar especial en un sector de reconocimientos a la música.
Lo que se viene
Así como el cuarteto se encuentra en permanente transformación, el guion de este espacio que lo celebra tampoco será estático sino que irá modificándose a medida que el ritmo popular se transforme e incorporará sus nuevos hitos. La idea de renovación constante se traslada a cada una de las salas, espacios y vitrinas para poder abarcar distintos hechos y sucesos que atravesaron e impactaron en este género musical.
En un pasillo que lleva al segundo piso, hay un espacio dedicado al contexto sociopolítico en el que se desarrolló el cuarteto. Actualmente las referencias históricas aluden a cómo impactó el Cordobazo, la última dictadura militar con su “cerco de silencio” y el humor de la revista Hortensia en el cuarteto, sus seguidores y sus referentes. Con el tiempo estas referencias históricas se irán renovando para abarcar distintos períodos, sucesos y hechos históricos en los que la actividad musical local estuvo presente de distintas maneras.
El “Rincón del baile” también tiene un gran destino por venir: en este espacio el público no solo podrá tomar sus fotografías sino que, a futuro, se proyectarán pasos de baile que los visitantes podrán imitar al son de la música proyectada de manera audiovisual. Además, una vez que las disposiciones sanitarias lo permitan, podrán organizarse espectáculos musicales en vivo con representantes del cuarteto para un número limitado de espectadores.
Otra de las iniciativas planteadas para hacer crecer al Museo del Cuarteto es una sala enteramente dedicada a los instrumentos musicales. De esta manera, podrá trazarse una línea del tiempo con los primeros instrumentos utilizados cuando este género musical era un fenómeno rural hasta los novedosos elementos musicales más contemporáneos que integran las grandes orquestas que hoy suben al escenario.
Así, y de manera constante, el guion del museo se renovará atendiendo a la evolución de la música local pero, también, a la apropiación que los ciudadanos hagan de este espacio que ya es de todos los cordobeses.
Cuarteto, patrimonio cultural
El 4 de junio se celebra el Día del Cuarteto, fecha instituida por la Legislatura provincial en 2013 mediante la sanción de la Ley Provincial 10174 que reconoce al cuarteto como parte integrante del patrimonio cultural provincial y como un género folklórico musical propio, característico y tradicional de la provincia en todas sus manifestaciones: música, letras y danzas.
La fecha elegida para la aprobación de la ley en la Unicameral conmemora la primera transmisión radial de un concierto de cuarteto en la provincia. El 4 de junio de 1943, el Cuarteto Característico Leo marcaba en vivo, para los oyentes de LV3 de Córdoba, los acordes pegadizos del nuevo ritmo, con resonancias de la tarantela y el pasodoble.
Aquella transmisión radial fue el inicio de la difusión masiva del cuarteto, convertido, desde hace años, en uno de los principales símbolos de la identidad cordobesa, una expresión cultural típica vigente en todo el territorio provincial.