La investigación se basó en una encuesta a chicos y chicas de 14 a 17 años de colegios de la ciudad de Córdoba para conocer qué piensan sobre esta práctica. Los ejes de investigación giraron en torno al uso de nuevas tecnologías y el acceso a Internet, las percepciones que existen sobre el sexting y prácticas riesgosas que pueden afectar su intimidad e integridad.
Los datos muestran que casi el 90 por ciento de los y las adolescentes creen que enviar mensajes, fotos o videos sexis puede traer consecuencias negativas. Sin embargo, 5 de cada 10 mandan este tipo de fotos o vídeos por medios electrónicos. Además, el 74 por ciento envía contenido erótico o sexualmente explícito porque se lo pidieron.
El 87 por ciento de los y las adolescentes encuestados refirió estar al tanto de casos reales de sexting de personas conocidas. Y las autoridades de todas las escuelas que participaron de la investigación afirmaron conocer al menos un caso de difusión no consentida de imágenes íntimas de alumnas de la institución.
Un dato alarmante es que la mayoría no toma medidas para resguardar su identidad. Solo el 48,74 por ciento borra rostros o tatuajes que puedan identificar a quien sale en una foto o video. Y solo el 42,57 por ciento envía esos mensajes pidiendo que luego del intercambio el contenido sea eliminado de los dispositivos.
El sexting es una práctica que podría implicar riesgos para quienes lo practican. Al compartir fotos, audios o videos de contenido sexual o erótico, es importante saber que todo el contenido que se sube al espacio digital queda fuera de control.
Además, la viralización de material íntimo puede afectar el honor, la imagen, la privacidad e intimidad de las personas y es necesario destacar que las fotos o videos pueden ser usados con fines maliciosos, como sextorsión, ciberbullying, grooming, entre otras agresiones.
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