Dado que el futuro es, por definición, incierto, una forma de comparar las alternativas de un Crédito Hipotecario UVA y un Crédito Inmobiliario GNI, al menos desde el punto de vista de cuánto dinero se hubiera aportado en cada esquema, es simulando lo que hubiera ocurrido si, por ejemplo, en agosto de 2003 se hubiera optado por una o otra opción con las reglas actuales de cada una.
El ejercicio de simulación
Veamos qué hubiese pasado en el hipotético escenario y cómo se comportó cada una de las opciones durante el paso del tiempo. La compra de un departamento de dos dormitorios con Crédito Hipotecario UVA a 20 años, en agosto de 2003, con las condiciones financieras actuales, habría implicado llegar a septiembre de 2017 con desembolsos y deuda remanente, sumados ambos conceptos a valor presente, por unos 2,200,000 pesos.
Haber realizado la misma compra con un Crédito Inmobiliario GNI, también en agosto de 2003, con el esquema actual de desembolsos, habría implicado llegar a septiembre de 2017 con la deuda totalmente cancelada, luego de haber pagado alrededor de 2.050.000 pesos en valor presente.
Las diferencias entre ambos esquemas, desde el punto de vista de la decisión a tomar, tienen más que ver con las condiciones de ingreso y el plazo en que se desee cancelar la deuda, si es urgente en la posesión, beneficiando al Crédito UVA pero con la limitante de sus fuertes requisitos, o si se trata de una inversión conservadora, en un Crédito Inmobiliario GNI, sin requisito alguno.
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