El trabajo en equipo, la calidad de los insumos, el esfuerzo diario de auto mejora, el compromiso de los empleados, proveedores y hasta de los propios clientes, entre otras, podrían definirse como las claves del éxito, pero hay una que resume todas las anteriores y es el compromiso con El Producto.
Comprometerse con el producto significa cuidarlo, cuidar su calidad, su aspecto, su sabor, su ración, porque cuando un cliente se sienta por primera vez o después de 40 años en cualquier local gastronómico, debe disfrutar de una experiencia única cuando le sirven su lomito, unas papas o una hamburguesas, es esa experiencia, esa fiesta de sabores, la que lo hace regresar una y otra vez a ese local, ese cliente se hace fiel al producto que le sirven y no sólo a una marca, que va más allá de la tradición o los años de trayectoria, el producto es mucho más fuerte que eso, ya que si el compromiso de una marca con su producto cae, la clientela sin dudas dejará de consumirlo.
Sin dudas la calidad de la materia prima juega un papel fundamental, y que aún con costos más altos, siempre se opte por la máxima calidad de los ingredientes, son los proveedores los que se deben adaptar a la exigida y que no se negocia, en el caso de lomitos El Candil mantenemos los mismos proveedores desde hace 40 años, porque el pan, la verdura, la carne y todo lo que hace falta
para preparar cualquier producto de la carta podrían ir variando con el paso de los años, pero si se hubiera hecho jamás se hubiera cumplido con los estándares de calidad actuales.
El eje principal para mantener un negocio gastronomico durante años de crecimiento sostenido, sin dudas está en la calidad del producto y que también se extiende al servicio, en nuestro caso contamos con algunos empleados con más de 20 años de antigüedad que conocen perfectamente al cliente, a los que nos siguen desde que se pusieron de novios y actualmente vienen con sus nietos
y a los nuevos que recién nos están conociendo, ellos son interlocutores de los clientes y nos hacen llegar sus inquietudes o deseos,
porque el éxito no es casualidad, hay que trabajarlo día a día en un producto tan brutalmente competido en Córdoba como es el lomito y poder seguir siendo referentes después de tantos años.
El Candil nació como una empresa familiar y la gestión de hoy está transitando un cambio generacional que, manteniendo EL COMPROMISO CON EL PRODUCTO que es lo que los fundadores establecieron desde un inicio.
De a poco abre las puertas a nuevas necesidades de los clientes, es decir, en Avenida Colón 5448 siempre encontraran la tradicional casa central con estacionamiento propio y todo el ambiente que prácticamente cualquier Cordobés ya conoce.
Conceptos como delivery, nuevos productos, nuevas sucursales, nuevos públicos, marketing digital, salones renovados, nuevos canales de comunicación, son ahora también eje de nuestro esfuerzo, trabajo e inversión, porque ya hay novedades en El Candil y las seguirá habiendo, porque creemos en las nuevas tecnologías online, en lenguajes nuevos, porque hoy y como siempre seguimos “escuchando las necesidades de nuestros clientes” y cada vez por más canales, para que cualquier persona de la ciudad, cualquier día de la semana pueda disfrutar de un lomito.
40 años de compromiso con el producto y la gente de Córdoba, porque 40 años…no pasan volando.
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