El gobernador Martín Llaryora encabezó un acto de presentación de los 1.500 cadetes de segundo y de tercer año de escuelas de Policía de Córdoba y los 230 nuevos patrulleros, de los cuales 150 estarán destinadas a la capital cordobesa.
Luego del decreto que firmó junto al ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, que establece estas prácticas profesionales de los futuros uniformados equipados chalecos antibala y pistolas Byrna, el mandatario provincial destacó que cualquier formación tiene teoría y práctica y “en el mundo son así”. “Esto mejora las posibilidades y va a mejorar nuestra fuerza”, dijo confiado.
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“Cuando uno lee inclusive cualquier tratado de la creación misma del Estado, uno de los temas esenciales no es solo la construcción de la comunidad para el progreso y crecimiento sino garantizar la seguridad externa e interna. Sin seguridad uno no puede desarrollar ninguno de los otros aspectos”, remarcó Llaryora.
Además, se dirigió a los cadetes y les remarcó que tanto ellos como la Justicia de Córdoba “tienen una tarea esencial”. “Es una tarea esencial porque una persona no puede desarrollar su derecho o su vocación de trabajo si no puede llevar al trabajo con miedo a que la asalte o secuestren, no puede disfrutar del espacio público si tiene miedo de venir con sus hijos y no puede expresar ninguno de sus derechos si tienen miedo a salir a la calle”, sostuvo.
En ese contexto, les remarcó el gran “desafío que tienen por delante y el rol que la sociedad les entrega”, aunque reconoció que “es difícil”.
“Uno tiene que seguir adelante aún en condiciones adversas, comparaciones injustas, porque claramente como decía Juan Schiaretti, ese gran gobernador, la inseguridad es hija de la pobreza. Los países que tienen más pobreza y menos desarrollo, tienen más inseguridad”, sentenció.
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