En su primera declaración testimonial, Fabiola Yañez ratificó la denuncia a Alberto Fernández por violencia de género y afirmó que las golpizas comenzaron en 2016, tres años antes de llegar al Poder Ejecutivo.
La ex primera dama llegó al consulado argentino en Madrid a las 10 de la mañana y estuvo conectada en la videoconferencia con la Justicia federal hasta pasadas las 14.
En esas cuatro horas se quebró varias veces al recordar los hechos de violencia física que vivió por parte del ex presidente. Dijo que la golpeaba, la cacheteaba constantemente, la amenazó y la hostigó.
Yañez le dio validez a las fotos públicas de sus moretones en el rostro y uno de sus brazos aunque no aportó nuevas imágenes ni documentos. También se apoyó en los chats en los que ella le reprocha los golpes y él no los niega.
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Además admitió su adicción al alcohol. Contó que su problema arrancó tras las agresiones de Fernández en 2016, cuando ella perdió un bebé. Manifestó que el ex presidente también consumía alcohol con frecuencia, y también marihuana.
La ex primera dama repitió las situaciones de infidelidad de su ex pareja y apuntó a gente de su entorno que al parecer sabía todo lo que estaba ocurriendo, como la secretaria, María Cantero, y la exministra de la Mujer, Ayelén Mazzina.
Por otro lado, Yañez indicó que la escandalosa fiesta en la Quinta de Olivos durante la cuarentena fue organizada por Fernández y que fue él mismo quien coordinó la compra de la torta, comida y demás cosas que aparecieron en las fotos.
“Pudo declarar, se sintió muy bien, muy apoyada, muy acompañada por toda la prensa, por la gente y sobre todo por la UFEM, la Fiscalía y el juzgado que está interviniendo. Ahora solo resta confiar en la Justicia y seguir los pasos procesales”, señaló Mariana Gallego, la abogada de Yañez, a la salida del consulado.