Luego de ser padre hace unos días, Alberto Fernández no tendrá agenda oficial hasta el próximo lunes. El presidente se instaló en la Quinta de Olivos con su familia y se dedicará, lo que resta de la Semana Santa, a analizar cómo relanzar su Gobierno.
Fernández sabe que se vienen jornadas importantes para su Gabinete y tendrá que diagramar eventuales cambios, tal como exigen algunos sectores del kirchnerismo duro. Por el momento aguanta la embestida contra el ministro de Economía Martín Guzmán, el principal apuntado del cristinismo.
Tras el cruce de declaraciones, sobre todo de parte de la vicepresidenta y del canciller Santiago Cafiero, en las últimas horas comenzaron a sonar algunas modificaciones que podrían darse en el seno del Gobierno nacional.
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Según informó TN, se habla de una posible restructuración del área energética que comanda Darío Martínez, cercano a Cristina Kirchner. Su Secretaría ya llamó a audiencia pública para aprobar los aumentos de las tarifas acordadas con el FMI.
El nombre que comenzó a ganar fuerza esta semana para ocupar algún rol en el equipo presidencial es el de Agustín Rossi. El presidente lo ve con buenos ojos para reemplazar a Wado de Pedro en el Ministerio del Interior. El ex ministro de Defensa tiene buena relación con varios gobernadores y esto es muy valorado por Fernández.
Todas estas opciones se manejan con cautela dentro del Gobierno y habrá que esperar lo que ocurra después de Semana Santa. La primera actividad del jefe de Estado será el lunes a las 10.30 en Casa Rosada, donde recibirá a su par de Ecuador, Guillermo Lasso.