Como cada 1º de marzo, el Presidente de la Nación abrió las sesiones ordinarias en el Congreso. En un discurso de casi dos horas, Alberto Fernández le habló al país para repasar una primera etapa de gobierno marcada por la pandemia del coronavirus y planteó los ejes de su gestión de cara al 2021.
La Asamblea Legislativa se adaptó a los protocolos por el coronavirus. Solo hubo 90 diputados y senadores presentes y los invitados, entre ellos los ministros de la Corte Suprema y los gobernadores, siguieron el acto virtualmente.
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Sentado a un lado de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el mandatario propuso una "reflexión colectiva". "Hace un año traía la voluntad de poner de pie a un país sumido en la pobreza por las políticas de los años previos. Solo 10 días después, la Organización Mundial de la Salud decretó la pandemia del Covid-19", marcó, y sostuvo que en Argentina esa crisis sanitaria coincidió con "un escenario de extrema debilidad económica y social".
"Argentina estaba endeudada como antes jamás lo había estado. El sistema de salud estaba quebrado, dejaban vencer vacunas y permitían pasivamente la diseminación de enfermedades que creíamos desterradas", dijo sobre el mandato de Mauricio Macri.
Sobre las críticas por la gestión de la pandemia, reprochó a quienes "reclamaban cuidar la rentabilidad antes que la salud" y a los que lo "acusaban de ser parte de un complot universal". "Tuvimos y mantenemos una voluntad inquebrantable: la lucha contra el coronavirus fue más extensa y ni un solo día bajamos los brazos", marcó.
Fernández agradeció el "compromiso" de los docentes y directivos y el "esfuerzo" de estudiantes y familias que tuvieron un 2020 de clases virtuales. En esa línea, pidió que todos se pongan de pie para aplaudir al personal de salud que lucha en la primera línea contra el coronavirus.
"Es difícil valorar aquello que no sucedió. Las consecuencias más graves que evitamos no se ven, salvo que hagamos memoria", pidió.
+ VIDEO: El discurso de Alberto Fernández:
Vacunación VIP, "errores" y oposición
En pleno escándalo por la vacunación de personal no esencial que terminó con el despido de Ginés González García, Alberto Fernández enfatizó que "hay reglas claras que se deben cumplir".
"Si se cometen errores, el Presidente debe reconocerlos y corregirlos. Aún cuando en lo personal me causaron mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían", destacó ante el aplauso de los dirigentes oficialistas y el rechazo de la oposición.
"Todo Gobierno sensible tiene la obligación de corregir esos errores para desterrar cualquier indicio de privilegios. Sobre esto deseo ser claro: no llegué a la Presidencia para ser sordo a las críticas bien intencionadas, ni para dejarme aturdir por críticas malintencionadas de sectores económicos concentrados", lanzó.
En ese momento, cruzó al macrismo en uno de los segmentos más duros: "A lo largo de este año algunos sectores se han esforzado por generar incertidumbre y desánimo. Cuando debimos aislarnos, nos acusaron por haber impuesto una infectadura. Blasfemaron contra la vacuna del instituto Gamaleya. Nos acusaron penalmente por envenenar a la población. Todos ellos, poco tiempo después, alzaron sus dedos acusadores reclamando que el supuesto veneno era insuficiente".
"Todas sus políticas condujeron al fracaso. Guardo la esperanza de que entierren el odio que cargan y ayuden a levantar los cimientos del país que han derrumbado", desafió.
Deuda y "querella criminal"
Al repasar el arreglo con los acreedores externos y la negociación con el FMI por la deuda de 44 mil millones de dólares, el Presidente pidió que "nunca más" se tomen "créditos irresponsables".
Por eso, anunció que instruyó a las autoridades pertinentes "para que formalmente inicien querella criminal para los autores artífices de la mayor administración fraudulenta". "La toma de crédito fue resuelta entre gallos y medianoche, con total irresponsabilidad y a espaldas del Congreso Nacional", subrayó.
"La deuda con el FMI no puede ser vista de otra manera que no sea una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado", añadió.
Pobreza, inflación, salarios y tarifas
Al analizar el complicado panorama económico, que vinculó con el coronavirus y la herencia del gobierno de Macri, Fernández prometió que "no va a haber ningún ajuste que caiga sobre nuestro pueblo".
Respecto de la inflación, la definió como un "problema multicausal" y destacó que en 2020 se redujo un 18 por ciento respecto de 2019.
Al hablar de los salarios, pidió que el Congreso "apure" el tratamiento del proyecto para reducir el impuesto a las Ganancias. "Si lo hacemos más de un millón de argentinos quedarán liberados de pagar ese impuesto, recuperando así su capacidad de compra", resaltó, y también reclamó "tratar la ley que recategoriza y otorga moratorias a monotributistas".
Sobre las tarifas, aclaró que "ha llegado el momento de recomponer las que estuvieron congeladas" y anticipó que "a tal fin enviaré un proyecto de ley que declare la emergencia de servicios públicos con el objeto de desdolarizarlos y adecuarlos a una economía en la que los ingresos son en pesos".
Género y poder judicial
Al afirmar que los delitos de violencia de género son "intolerables", el mandatario los vinculó a la falta de respuestas de la Justicia. "La práctica judicial ha sido deficitaria: esta realidad implica la necesidad de modificar aspectos estructurales de la Justicia actual", relacionó.
"La reforma del Poder Judicial es una demanda impostergable. Quisiera que en mis críticas nadie vea rencor ni necesidad de defender a alguien", sostuvo, y completó: "El poder judicial está en crisis. Ninguno tributa el Impuesto a las Ganancias como el resto de los trabajadores".
Más frases de Alberto Fernández
- "La industria del cannabis medicinal triplicará su volumen de negocios en 5 años. El proyecto prevé la industrialización para uso medicinal e industrial".
- "Vuelven las clases presenciales que hacían tanta falta. Los docentes se reencuentran con más de 14 millones de estudiantes. Sepan que estaré con cada uno".
- "Perseguir con firmeza al crimen organizado es la mejor forma de atacar la inseguridad".
- "Todos percibimos que minorías ultrarecalcitrantes agitan el odio. Los mismos que producen esto son fabricantes del desánimo, son quienes pretenden instalar".
- "Una economía inclusiva, productivamente dinámica y macroeconómicamente estable: para eso convocamos a empresarios, trabajadores, científicos y gente de la sociedad civil para integrar el Consejo Económico y Social".
- "Quiero ser recordado como un argentino que un día fue elegido como Presidente y fue capaz de servir a su Pueblo sembrando la mejor de las semillas que un ser humano puede sembrar: la unidad de su Patria más allá de las diferencias, la unión nacional más allá de la pluralidad de miradas, la concordia del país más allá de las razonables críticas".
