Alberto Fernández encabezó este lunes la presentación de la Mesa Nacional de Integridad y Transparencia, un espacio de articulación de políticas relativas a la ética en la Administración Pública Nacional.
Desde el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, el presidente realizó una fuerte defensa de su mandato y se diferenció de los gobiernos involucrados en casos de corrupción. "No enriquecimos a nuestras familias, no somos amigos de empresarios, no le entregamos obras a nuestros amigos, no hicimos nada de eso", lanzó.
+ MIRÁ MÁS: Macri cruzó a Larreta en Córdoba: “Ponemos en riesgo todo por una cosa improvisada”
"El día que deje el gobierno voy a mandar a todos los diarios mi declaración jurada de bienes. Quiero que todos vean que hay un presidente y muchos funcionarios de mi gobierno que se van a su casa igual que cuando llegaron", agregó el mandatario, según publicó Télam.
Fernández además avisó: “Sobre el final de mi mandato voy hablar de algo que dije desde el primer día: la necesidad de tener un Estado eficiente. No hay espacio para la corrupción, no es algo tolerable, es algo absolutamente intolerable”.
En ese sentido, remarcó que "hay que terminar con los vicios de la sociedad argentina en general y que aparecen en la administración pública manejando recursos públicos", y llamó a "ser inflexibles y terminar con eso".
"Siempre la corrupción alguien la paga. Uno que se corrompe, nos salpica a todos", cerró el presidente con un discurso que se tomó como una indirecta a Cristina Kirchner, quien en diciembre fue condenada por corrupción en la obra pública en el marco de la causa Vialidad.