A poco más de siete meses del choque fatal en las Altas Cumbres, una de las sobrevivientes, Alexa, dio su versión del impacto y relató el durísimo proceso de recuperación que aún atraviesa. Desde que el BMW conducido por Oscar González impactó de frente con el Renault Sandero que manejaba la víctima fatal, Alejandra Bengoa, la adolescente de 15 años quedó parapléjica.
En una entrevista difundida por la familia de las víctimas, la menor dijo estar "tranquila y en familia" pero con una vida "normal entre comillas". "No hay comparación, es totalmente diferente, no es como antes. Pero siempre tratamos de seguir adelante y volver a sentir que estamos en un hogar", explicó.
En esa lucha, Alexa no pierde la esperanza de volver a caminar: "Es algo que simplemente creo. Todos me dicen que no me quedaré así. Pero si no vuelvo a caminar no me dejaré vencer por nadie ni nada, nunca perderé la fe".
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Choque
La sobreviviente de la tragedia vial, que tiene a Oscar González imputado por homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas pero libre, aclaró que de ninguna manera Alejandra Bengoa hizo un sobrepaso en la ruta.
"Me acuerdo que cuando íbamos en camino Alejandra gritó '¡ay, hijo de puta!'. Yo levanté la mirada y vi un auto negro por un segundo y mi cabeza se nubló por completo", recordó y marcó: "En la carretera no había autos, íbamos por nuestro carril, escuchando música pero no tan fuerte, respetando la concentración de Alejandra".
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"No vi mucho porque fue muy rápido. Solo vi el auto irse encima de nosotras y nada más", continuó relatando. Además, explicó que junto a Marina, su amiga, iban sentadas atrás "por una cuestión de seguridad y porque queríamos estar juntas, pasando el rato".
Segundos de horror
Luego del impacto, Alexa vio "mucha sangre" y sintió dolor "en todo el cuerpo". "De repente desperté y ya no sentía nada, pensé que era el shock y que iba a recuperar la sensibilidad pero luego fue muy difícil ver que en el hospital pasaba el tiempo y no recuperaba nada. Luego me dijeron que tenía la lesión medular", lamentó.
Consultada por la actitud de Oscar González, aclaró que ella no lo vio pero que le confirmaron que nunca se acercó a ayudar pese a que estuvieron "una hora tiradas en el asfalto" hasta la llegada de las ambulancias: "Solo me dijeron que estaba ahí parado, nosotras estábamos agonizando y él estaba parado esperando a que lo recojan. Marina estaba despierta, ella gritaba de dolor y también su madre suplicaba que la ayuden".
En ese sentido, sostuvo que en estos más de 7 meses González ni su entorno se comunicaron con ellas. "En ningún momento vino a verme", reprochó.
Sueños y justicia
Alexa negó que lo vivido sea una pesadilla y calificó el horror que vivieron como algo aún peor. "Al menos de las pesadillas despiertas", graficó, y entre lágrimas se animó a soñar con recuperar parte de su vida: "Me encantaría hacer muchas cosas, quisiera correr, volver a caminar cerca del río, es tan precioso. Espero algún día volver a hacerlo. Extraño a mis compañeros, a las clases, extraño mucho a la escuela".
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De cara al futuro, aclaró que "hará todo lo posible" para que haya justicia en memoria de Alejandra Bengoa, por su amiga Marina y por sus familias.
Por último, reflexionó sobre la posiblidad de "perdonar" a González: "Le diría muchas cosas pero también soy cristiana y creo en el perdón. Pero no lo perdono por lo que hizo, porque afectó a mi amiga, a su familia y a mi vida".