La preocupación por los créditos hipotecarios UVA aumenta al mismo ritmo que la inflación, que ya se calcula en más del 40 por ciento para el 2018. Por eso, el Gobierno Nacional anunciaría medidas para reducir el impacto en las cuotas, que en estos casos se ajustan en base al índice de precios al consumidor que elabora el INDEC.
Entre los mecanismos para que la cuota no aumente de manera exagerada, hay dos alternativas, según anticipó Clarín:
1) Un seguro que se activaría en caso de que la relación entre la cuota indexada y los ingresos del deudor supere un cierto porcentaje. Por ejemplo: si al inicio del crédito la relación cuota ingreso era del 20 por ciento, el seguro se activaría si esa relación salta al 25 por ciento. El interrogante es quién pagará ese seguro: podría haber un aporte extra a la cuota que debería abonar el tomador del crédito.
2) Un fondo compensador que se active cuando se altere por encima de un límite la relación cuota-ingreso. "También se hablaba de que dicho fondo compensador se fondee con el 10 por ciento de las utilidades que obtenga anualmente el Banco Central", informó el mismo medio.
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Qué se puede hacer hoy
Hasta que se confirmen estos cambios, los tomadores del crédito UVA pueden apelar a la cláusula que indica lo siguiente: si la inflación supera en un 10 por ciento al crecimiento del salario, los bancos deben extender un 25 por ciento el plazo para pagar el préstamo.
En total, desde el 2016 más de 135.000 personas tomaron créditos UVA hasta agosto. Ante los temores por la inflación, los pedidos han bajado considerablemente.