Sin salir de la inmensa residencia que posee en El Calafate y sin la compañía de ninguno de sus hijos, Cristina Fernández de Kirchner recibió la noticia: a las 13.30 del sábado, se enteró que el fiscal Guillermo Marijuán la había imputado por lavado de dinero.
La periodista de Clarín, Lucía Salinas, relató la tensa calma que se vivió en el paraíso del sur del país. "Afuera de la casa de la ex Presidenta había nerviosismo. La custodia se ubicó en la puerta principal de acceso a la residencia y enfrente de la misma, como forma de prohibir que la gente se detenga allí y supervisando cada movimiento", describió.
"Afuera de la casa de la ex Presidenta había nerviosismo. La custodia se ubicó en la puerta principal de acceso a la residencia y enfrente de la misma".
Cristina llegó el viernes por la tarde a su propiedad acompañada de tres camionetas Ford Ranger de la custodia. El operativo se reforzó luego de la imputación: uno de los guardias hasta le impidió circular a una turista que pasaba en bicicleta por el frente de la vivienda.
"La custoria está distribuida en tres camionetas, más otras que recorren la manzana y hay dos personas paradas en la tranquera", informó la enviada especial de Clarín. Al jardín no lo recorre la ex mandataria, sino la custodia. "Recién leímos sobre la imputación", se limitó a comentar un integrante del personal.
De El Calafate a Buenos Aires
Este lunes, Cristina Kirchner volaría a las 19.30 en Aerolíneas Argentinas con destino a Buenos Aires, según informó la cuenta de Twitter kirchnerista @CasaRosadaAR -que hace las veces de vocero-. Aterrizaría a las 22.15. En esa ciudad esperará hasta el miércoles, cuando deberá declarar en la causa por la venta de dólar futuro.