Sin ningún tipo de aviso a las tres cuartas partes de la Cámara de Diputados, el kirchnerismo designó a Julián Álvarez y Juan Ignacio Forlón en la Auditoría General de la Nación. El órgano tendrá la función, nada más y nada menos, de controlar al próximo Gobierno.
Ante la imposición de un tema fuera de agenda, los diputados de la oposición estallaron de bronca y se fueron del recinto. "Les pedimos a los Señores Diputados presentes que se ubiquen en las bancas", pidió desesperadamente Julián Domínguez, presidente de la Cámara.
Mario Negri, presidente de bloque de la Unión Cívica Radical, denunció que "se juró sin quórum". Laura Alonso, del PRO, afirmó que "la votación es nula e ilegal" y disparó: "La Cámpora busca controlar los informes que se van a hacer al final del mandato de Cristina".
Álvarez, actual secretario de Justicia, y Forlón, que renunció a la presidencia del Banco Nación minutos antes, asumirán el 10 de diciembre, junto con el nuevo presidente.