Hace poco más de un año, Alberto Fernández le declaró la "guerra" a la inflación. Fue el 15 de marzo de 2022, cuando el presidente prometió "arrancar otra guerra, la guerra contra la inflación en Argentina".
La suba de precios del mes anterior al anuncio del mandatario había sido de 4,7%. Un año después, la de marzo de 2023 llegó al 7,7%, el acumulado anual da 21,7% y la variación interanual, es decir, en los últimos 12 meses, fue del 104,3%.
En medio de un delicado contexto económico, desde el Gobierno nacional reconocieron el fracaso de la pelea contra la inflación. "Pensamos que lo íbamos logrando, pero no fue así", dijo este sábado Agustín Rossi, el jefe de Gabinete.
“Claramente no es el resultado de inflación que esperábamos, ni va en el sentido del esfuerzo que venimos sosteniendo para encontrar un sendero descendente. Nadie puede estar contento, menos nosotros, con este indicador de inflación”, declaró el funcionario a Radio 10.
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Indicó que Argentina tiene una inflación que "viene viajando a ritmo alto". "Cuando a ese viaje se le suman cuestiones estacionales, claramente termina generando un número de estas características que lo único que hace es interpelarnos para ir en busca de ese sendero descendente", añadió.
Rossi admitió que “el salario quedó desfasado” y que el Ejecutivo está “estudiando medidas”, pero evitó dar detalles y afirmó que corresponde a la cartera económica definirlas.
“Después, el dolor que genera al conjunto de la sociedad, sobre todo en los sectores populares, lo entendemos y da muchísima bronca que suceda en nuestro gobierno. Estamos preocupados y ocupados", concluyó el jefe de Gabinete.