El fiscal José María Campagnoli denunció a su jefa, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, razón por la cual fue imputada.
La acusó de filtrarle información al exespía Antonio Jaime Stiuso sobre una investigación que tenía a su cargo y que apuntaba en su contra. Se trataba del secuestro del exempleado ferroviario Alfonso Severo, quien debía declarar por la muerte del militante Mariano Ferreyra en 2012.
El exespía aseguró que Gils Carbó “le dio copias” del informe cuando fue a declarar como testigo en la causa por la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Tras la denuncia de Campagnoli, el fiscal federal Ramiro González imputó a la Procuradora y al ex subsecretario de la Secretaría de Inteligencia Francisco “Paco” Larcher.
Esto podría complicar aún más la situación que atraviesa Gils Carbó por el avance del proyecto impulsado por el Ejecutivo para limitar su mandato a cinco años.