La nueva planta de tratamiento cloacal para la ciudad de Córdoba en la Estación Bajo Grande se puso en funcionamiento este viernes. El gobernador Juan Schiaretti y el intendente Martín Llaryora estuvieron supervisando la obra que inició en diciembre de 2016.
Fue financiada por la Nación y la Provincia y significó una inversión de 24.431 millones de pesos. Forma parte de la “ampliación de la capacidad de tratamiento de líquidos cloacales y construcción de colectores principales de la Ciudad de Córdoba”.
La planta ya está operativa y promete ponerle fin del impacto ambiental que la ciudad de Córdoba causó en el río Suquía. La contaminación llegó hasta la laguna Mar Chiquita y, por este hecho, la Justicia Federal imputó al exintendente Ramón Mestre y a otros exfuncionarios de su gestión por daño ambiental.
El mandatario provincial resaltó que tanto el anterior gobierno nacional como la actual gestión del presidente Alberto Fernández cumplieron con el acuerdo para poner en funcionamiento la planta. Sin embargo, cuestionó las obras que faltan, de las que asumieron un compromiso y están paralizadas o nunca iniciaron.
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“Debo decir que el Estado Nacional se comprometió con nuestra Córdoba a hacer muchas obras y no cumplió con casi ninguna”, lanzó. Y detalló que el tramo de la autopista que une Río Primero y San Francisco “está parada y no hay nadie trabajando”. “Es responsabilidad de ellos”, insistió Schiaretti y aseguró que el acuerdo fue firmado el mismo día que acordaron la concreción de las cloacas.
La ejecución de la obra beneficiará a 1,9 millones de ciudadanos y está proyectada para los próximos 20 años. El gobernador Schiaretti la calificó como “la mayor obra de saneamiento del interior de Argentina” y realizada por los cordobeses.
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