En una decisión poco común, el Gobierno Nacional frenó la próxima suba de los combustibles. A través de la secretaría de Energía, confirmó que el aumento del impuesto que iba a impactar desde junio será postergado hasta julio.
Según la estimación previa de la Federación de Expendedores (Fecac), el incremento postergado iba a ser de un peso en las naftas y 0,72 pesos en el diésel. El objetivo del Gobierno no solo es frenar la suba al llenar los tanques, sino también evitar un nuevo impacto en el índice de inflación general.
¿Aumenta igual?
Como las petroleras analizaban aplicar una suba de entre el 3 y 4 por ciento, sumando al impuesto una actualización por el "atraso" por la devaluación, no se descarta que en los próximos días puedan actualizarse los precios.
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"Las petroleras iban a tomar el aumento del impuesto y le agregaban una parte del atraso. Ahora quedó solo esto último, pero ninguna empresa lo confirmó. Por parte de las petroleras el incremento puede ser en cualquier momento, cualquier día", explicó Gabriel Bornoroni, presidente de Fecac.
El dato a tener en cuenta es que el atraso que acusan las compañías es de entre un 12 y 15 por ciento, que se iría aplicando gradualmente.