Además de los bolsos con casi 9 millones de dólares, las joyas y un arma, el ex secretario de Obras Públicas tenía un celular en el momento en el que fue apresado. El aparato fue secuestrado y la Justicia ordenó un análisis de las llamadas y mensajes realizados.
Durante las 24 horas previas, se realizaron 40 llamadas y, entre los números de destino, figura en repetidas oportunidades el teléfono fijo del monasterio de General Rodríguez, donde el ex funcionario fue detenido. También un celular registrado a nombre de la Hermana Alba, la superiora del convento.
El fiscal federal Federico Delgado ya solicitó a las distintas empresas teléfonicas la identidad del resto de los aparatos con los que se realizaron comunicaciones. El celular estaba a nombre de López pero era el que habitualmente utilizaba su esposa.
Además, gracias al sistema de monitoreo que tienen los teléfonos, se pudo comprobar que López fue desde su casa familiar en el Tigre hasta otra propiedad que tiene en el barrio porteño de Recoleta. También figuran recorridos por otras zonas de Benavidez y Nordelta.
Todavía resta conocer los resultados de otros tres teléfonos que fueron secuestrados.