Miércoles 11 de enero del 2023. Ese día, Marina Szulewicz dejó el Hospital de Niños después de estar dos meses internada en grave estado y tras ser sometida a varias operaciones. Volvió a su casa junto a su tía Laura Bengoa y su hermana Vera. Ese día inició un nuevo viaje en su vida.
El 29 de octubre del año pasado ingresó inconsciente al hospital luego del trágico accidente en el Camino de las Altas Cumbres en el que participó el exlegislador Oscar González. Su mamá Alejandra Bengoa perdió la vida, mientras que su amiga Alexa, también de 15 años, quedó parapléjica.
Marina Szulewicz sobrevivió, pero su adolescencia quedó marcada por la tragedia: ya sin su papá –falleció tiempo atrás- y sin su mamá. Pero unida en una fuerza de lucha junto a su hermana y su tía, quien ahora es su tutora.
Foto: Marina junto a su hermana Vera en su viaje de regreso a casa.
Laura Bengoa contó a ElDoce.tv que su sobrina “está mucho mejor, rehabilitándose muy bien”. Sin embargo, sigue con mucho dolor y está muy débil físicamente, ya que perdió mucho peso, movilidad (está en silla de ruedas) y fuerza en la zona de la columna y músculos.
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Bengoa destacó que a pesar del difícil momento, saca fuerzas desde lo más profundo de su interior y está “muy concentrada en rehabilitarse". Orgullosa, agregó: “No se queja, no emite juicio. Enfocada en sanar porque estuvo muy grave”.
Pero la muerte de su mamá “es lo más complicado” que enfrenta la adolescente. Solo habla de ella cuando relata alguno de los momentos compartidos. Nada recuerda de lo que pasó aquel trágico 29 de octubre del 2022. Su mente lo tiene bloqueado.
La salud de Alexa Miranda
La otra sobreviviente, de 15 años, también atraviesa un camino difícil de recuperación. A mediados de diciembre fue trasladada a la Fundación para la Lucha contra las Enfermedades Neurológicas de la Infancia (Fleni) en Buenos Aires para iniciar un tratamiento acorde a su diagnóstico.
La parte inferior del cuerpo de la amiga de Marina quedó paralizada luego de la tragedia vial que involucró al histórico dirigente peronista Oscar González. Los costos de la rehabilitación están a cargo del Gobierno de Córdoba.
Sin embargo, según manifestó a ElDoce.tv su papá del corazón, Gustavo Álvarez, “el tiempo y la forma de rehabilitación está siendo insuficiente de acuerdo a los protocolos para lesiones medulares”. Resaltó que “hay ciertos tratamientos que se le pueden brindar mucho más rápido y eso no está sucediendo” y, ante esta situación. elevaron la queja a la Provincia.
El pasado viernes, la familia de Alexa recibió la visita en Buenos Aires de las autoridades del Hospital de Niños y representantes del Ministerio de Justicia y constataron lo que estaba ocurriendo.
Ahora aguardan una respuesta formal que los autorice a continuar la rehabilitación en otro centro de salud en Córdoba y acompañada por el equipo de un reconocido kinesiólogo. Además, solicitaron una vivienda adaptada para la movilidad de Alexa: “Es una forma de recuperar nuestra vida, nuestros trabajos”.
“Es un final incierto lo que pueda recuperarse Alexa. Acá no hay compromiso y no queremos que ella decaiga”, advirtió Álvarez.
La adolescente “vio todo y hasta en la situación en la que quedó Alejandra atrapada adentro del vehículo”. Sin embargo, ya no quiere hablar de la tragedia: “Los psicólogos le generan un bloqueo cada vez que le preguntan del tema”.
Alexa está aprendiendo a manejarse en la silla de ruedas, al mismo tiempo que los kinesiólogos trabajan en la estimulación de los músculos “con la esperanza de recuperar movimientos”.
Pero “todos los días surge algo nuevo”. De hecho en Año Nuevo se le inflamó la pierna derecha y, a simple vista, los diagnósticos no eran alentadores. Finalmente, los estudios revelaron que tenía un hematoma y no fue necesaria una intervención quirúrgica.
Lo cierto es que Alexa tampoco está conforme con el tratamiento, ya que tiene solo tres horas diarias de rehabilitación en lugar de seis u ocho que son las recomendadas. “Le quitan esperanzas de sentir”, lamentó su papá, quien reveló que al igual que su amiga Marina tiene momentos de crisis.
“Es una hermosa niña, muy sana. Y la verdad que no se lo deseo a nadie lo que estamos pasando. En la desgracia tuvimos la suerte de Alexa y Marina estén vivas”, reflexionó Gustavo Álvarez quien sigue luchando para que los derechos de las sobrevivientes no se sigan vulnerando.