Cuando la primera declaración jurada de Mauricio Macri como Presidente, reveló que tiene un patrimonio de 110 millones de pesos lo que más sorprendió fue la existencia de una cuenta de 18 millones en Bahamas.
Tras las críticas que recibió, Macri aclaró que ese dinero estaba en cuentas de Suiza y Estados Unidos de un banco que mudó su sede al paraíso fiscal y anunció que los traería al país. Dos semanas después, desde el gobierno confirmaron que el Presidente invirtió el dinero en bonos argentinos.
"Para demostrar su confianza en la economía y en el país, transformó ese dinero en bonos argentinos. Esos fondos ya están acá", señalaron fuentes de la Casa Rosada al diario La Nación.
El caso de Macri y otros funcionarios del gobierno con cuentas en el exterior (Aranguren, Prat Gay, Malcorra y Sturzenegger, entre otros) coincidió con el envío al Congreso del proyecto que incluye el blanqueo de capitales radicados en el exterior para utilizar el dinero en el pago de los juicios impagos a más de dos millones de jubilados.
En las últimas horas, el titular del Banco Nación, Carlos Melconian defendió su decisión de tener el 85 por ciento de sus ahorros fuera del país.