Este 8 de diciembre se celebra el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Mientras muchos argentinos amanecieron el domingo armando el árbol de Navidad, Mauricio Macri y Alberto Fernández compartieron una misa de "unión y paz", a dos días de del cambio de Gobierno Nacional.
La ceremonia, convocada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), se llevó adelante en la basílica de Luján y la homilía estuvo a cargo del arzobispo Jorge Eduardo Scheinig. En medio de su mensaje, llamó "al Pueblo de Dios y a todos los sectores sociales y políticos que deseen participar, a rezar juntos por la Patria".
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"Gracias a Dios, estamos en otro tiempo, pero debemos hacer todo lo posible por resistir y no caer en la tentación de querer destruir al otro. En la Patria, el otro es mi hermana, es mi hermano", éxpresó Scheining.
Con un mensaje que buscaba dejar atrás la grieta, el monseñor aseguró que es necesario mantener la unidad "para construir el país deseado y salir del laberinto en el que nos encontramos".
Además, solicitó "cuidar a los pobres" (el 40% de los argentinos son pobres, según la UCA) y convocó a "lograr Políticas de Estado que perduren más allá de aquellos a los que les toque gobernar por determinado tiempo".
El actual presidente y el mandatario electo estuvieron acompañados por sus respectivas esposas, Juliana Awada y Fabiola Yánez. Además, dijeron presentes otros funcionarios de la actual gestión. La vicepresidente Cristina Kirchner fue invitada, pero no asistió.