La transición entre el gobierno que se va y el que llega sigue sumando capítulos conflictivos. Más allá de las reuniones, chicanas, decretos y aumentos, el nuevo "kit de la cuestión" es la ceremonia de asunción del 10 de diciembre.
Cristina Kirchner quiere colocarle la banda presidencial a Mauricio Macri en el Congreso, como hizo su marido Néstor con ella hace ocho años. Pero el mandatario electo quiere jurar ante la Asamblea Legislativa y, después, realizar el traspaso en el Salón Blanco de la Casa Rosada.
Ayer por la mañana, Aníbal Fernández ironizó diciendo que no podía hacerse en Barrio Parque. El futuro secretario general de la presidencia, Fernando De Andreis respondió que "a partir de la cero hora del 10 de diciembre, el presidente es Macri". Luego, se reunió con su antecesor Wado De Pedro, tocaron el tema pero no llegaron a ningún acuerdo.
El kirchnerismo afirma que Cristina dejará el Congreso y se irá a Aeroparque para viajar directamente a Río Gallegos. Se espera que una multitud de militantes, encabezados por La Cámpora, la despida en la plaza y en las galerías del recinto. En ese caso, Macri daría su primer discurso como presidente ante las Cámaras y luego se trasladará a la Rosada para tomar juramento a sus ministros.
"Seguiremos conversando en estos días. Por ahora no hay acuerdo. Y la toma del mando se hará en la Casa Rosada como fue siempre", dijo un asesor de Macri. Sin embargo, tanto Néstor Kirchner en 2003 como Cristina Fernández en 2007 y 2011 juraron y recibieron la banda y el bastón en el Congreso.
El que más molesto se mostró dentro de Cambiemos es el futuro presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. "Cristina puede dejar la banda y el bastón en la Corte Suprema", señaló recordando lo que pasó con José María Guido, en 1962, quién juró y recibió los atributos allí para evitar un gobierno de facto.
Faltan 8 días para la ceremonia... ¿se pondrán de acuerdo?