Alejandra Gils Carbó en medio de sospechas de corrupción. La Procuradora General de la Nación, fue procesada por administración fraudulenta por la compra de un edificio para que funcionen las oficinas de la Procuración.
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Al parecer, la millonaria operación inmobiliaria tuvo varios beneficiarios que intervinieron en la maniobra. Se les pagó una comisión que rondó los 10,7 millones de pesos y la propiedad costó 43.850.000 pesos.
Un medio hermano del el subdirector Guillermo Bellingi, el “cerebro del entramado”, recibió 3 millones de pesos por asesoramiento y 7,7 millones fueron a la empresa para la que trabaja, Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios SA
La jefa de los fiscales está en la mira de la Justicia, al igual que Bellingi, por violar los “deberes de su cargo” y “diagramar un complejo entramado” para que “en forma directa o a través de intermediarios” se haya adquirido el edificio.
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Ercolini también embargó a Gils Carbó por 7 millones de pesos y la Justicia insiste en que todo estuvo “direccionado desde su inicio”, cuando llegó al cargo, tras jurar el 30 de agosto de 2012 ante la expresidenta Cristina Kirchner, al mudarse al nuevo despacho.