La semana pasada, la presidenta Cristina Kirchner anunció, con bombos y platillas, el plan Qunita (Cunita). Se trata de un programa nacional de acompañamiento para la madre y el recién nacido. En su discurso, Cristina detalló que se entregará a unas 150 mil personas un kit que incluye una cuna de madera, ropa para el bebé, bolso materno y cambiador y otros elementos de uso cotidiano para la madre y su hijo.
Aunque parezca raro, los kits maternales serán fabricados por una "inmobiliaria". Se trata de Fasano SRL, empresa que declaró un capital de 30.000 pesos antes de cerrar este negocio de casi mil millones de pesos con el Estado, según informa el diario La Nación.
La licitación para construir 115.000 kits a cambio de 902.750.000 pesos se celebró a comienzos de año . Ante la Oficina Nacional de Contrataciones, la empresa declaró que se dedica a la indumentaria textil, la confección, el bazar y la carpintería, como para encontrarle la relación con la confección de cunas.
Sin embargo, esos rubros no corresponden con la declaración de la empresa cuando fue creada en 2011, y que aún figura en sus registros: "compra y venta de bienes inmuebles y materiales de construcción, y los alquileres".
Graciela Ocaña, legisladora porteña, y ex funcionaria de Néstor Kirchner, denunció irregularidades en el proceso de licitación para elegir la empresa encargada del proyecto.