“Todas los días del mundo existe una forma de resucitar”, es el grito que hizo temblar a la cancha entera de Instituto el sábado por la noche. Se trata de uno de los muchos momentos que Tan Biónica le regaló al público cordobés.
El grupo compuesto por Chano, Bambi, Diega y Seby apareció en escena a las 21.30 horas. Contaron con la puntualidad que caracterizó a todas las presentaciones del regreso del conjunto tras un impasse de siete años.
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“Hola mi vida”, “Beautiful” y “Música” conformaron el potente trío de temas que inauguró el concierto más convocante de Tan Biónica en suelo cordobés. Más tarde llegó “Lunita de Tucumán” y durante el acústico “La ensalada”, una excelente oportunidad para que el Piberío Biónico de la primera hora le marque la cancha a los seguidores más tardíos que conocieron a la banda gracias a sus éxitos más comerciales.
La primera sorpresa de la noche llegó de la mano de “El Asunto”, una canción poco conocida del disco Destinología que fue interpretada junto al coro “Canciones urgentes para mi tierra”, compuesto por niños cordobeses y con la dirección del docente Ramiro Lezcano. Durante la performance, un huracán de emociones recorrió el campo y las tribunas del Monumental de Alta Córdoba.
Tal como sucedió en presentaciones anteriores, “Pastillitas del olvido” hace justicia y le permite a Gonzalo “Bambi” Moreno Charpentier ser la voz cantante del momento. Bambi no sólo es hermano de Chano: es su sostén emocional y pieza fundamental para lograr el regreso de la banda después de la abrupta separación en 2016.
El show avanza y “Obsesionario en La mayor” se convierte en una de las piezas más coreadas del concierto. Alguna vez el propio Chano dijo que era la canción que más disfrutaba cantar en vivo.
Escenas inolvidables
Uno de los mejores momentos de la noche tiene lugar en un pequeño escenario montado al medio del campo general. Bambi le pide a su hermano que cante “Claramente”, la única canción de la etapa solista que Chano interpreta durante el recital.
Después de “Poema de los Cielos”, llega la segunda gran sorpresa: un carismático Chano ratifica su conexión con “La Docta” y empieza a cantar “Ocho cuarenta” de Rodrigo. El público se rinde a sus pies cuando interpreta una versión acústica de “Quién se ha tomado todo el vino”, canción popularizada por Carlos La Mona Jiménez. La improvisación en el escenario termina con “Amor Clasificado”, otra canción de Rodrigo que ya habían cantado en el festival de Peñas de Villa María en 2013.
La tercera y última parte del show arranca con “Ciudad Mágica” y el pogo delira. Se confirma el gran momento vocal de Chano, después de su milagrosa recuperación tras ser baleado por un policía durante un brote psicótico en su domicilio. Antes del cierre, llega el turno de “Mis noches de enero”, otro de los himnos que enloquece al Piberío en el tramo final del recital.
Pasadas las 23.30 suena “Arruinarse” y empieza la despedida que llegaría de la mano de la “Melodía de Dios”, canción que popularizó el 4 de noviembre como una fecha de celebración para los seguidores de la banda.
Córdoba fue así testigo de un fenómeno que muy pocos vieron venir. La fuerza del regreso de Tan Biónica supera los prejuicios y confirma que la banda ocupa una página importantísima en la historia del rock argentino, espacio que nunca debió dejar. Una vez más, el tiempo puso las cosas en su lugar.